La vocación de la Autoridad Portuaria de Avilés no es gestionar la comercialización de pescado en sus instalaciones, según admite el presidente de la entidad, Santiago Rodríguez Vega, y en consecuencia el deseo último del Puerto es poder entregar las riendas de la sociedad Nueva Rula de Avilés a un colectivo, organismo o asociación de empresarios que asumiera como propia la instalación. Así lo ha manifestado el presidente portuario a este diario con motivo del enésimo rifirrafe con la cofradía de pescadores de Avilés: "Seguimos abiertos a escuchar ofertas y proposiciones para gestionar la rula, pero deben de tener unos mínimos". La clave está en la segunda parte del mensaje; esos "mínimos" a los que alude Santiago Rodríguez Vega no los cumple de momento la cofradía "Virgen de las Mareas", que a ojos del presidente del Puerto falla en las formas y en el fondo, entendiendo este último como "a capacidad de aglutinar al sector y estar en posesión de un plan de explotación que ofrezca garantías".

El otro socio público de la rula de Avilés, el Principado, mantiene una mayor cautela con respecto a un cambio en el régimen de gestión de la entidad; no obstante, parece improbable que llegado el caso la Administración regional fuese a ser un obstáculo pues comparte el punto de vista de Rodríguez Vega sobre lo positivo que sería dejar la lonja en manos de una asociación de armadores de probada competencia. Claro que la realidad es una y los deseos, otra cosa; hasta el momento la única proposición que se ha puesto sobre la mesa para modificar el statu quo de la rula procede de la cofradía "Virgen de las Mareas" y ha sido vetada en razón a su origen.