El punk rock californiano de los años noventa suena en Avilés. No son "Green day" pero sí son un trío. Se llaman "Leide" y llevan encima de los escenarios cuatro años y pico. En diciembre, celebrarán un lustro sobre las tablas. Jorge Álvarez es guitarrista y vocalista, Gabriel de Sales en el encargado de las baquetas, del bombo y los platillos al tiempo que David Redondo les acompaña con el otro pilar de la base rítmica, el bajo.
Durante este tiempo han grabado dos trabajos discográficos, el primero en agosto de 2013. Se titula "Sueños de desván" y cuenta con once temas de pura adrenalina punkrockera. Este disco está compuesto de once temas grabados en tres días en el estudio Sanctuarium por Alberto Rionda. Los miembros de la banda se llevaron un gran chasco un año después de grabar su disco, en 2014, cuando tras anunciar su presencia en el festival U-FUM previsto en Llanera, al final se suspendió. Con ganas de tocar y entusiasmo, el grupo se volvió a levantar y prosiguió puliendo letras. En sus composiciones hablan de amor, de odio, de política e incluso tienen una dedicada a los "perroflautas". Lo único que tienen claro es que la música que crean les divierte y les gusta. Y así lo mostraron en su segundo disco, "Funcional", un trabajo con seis temas grabado en mayo de 2015 y editado el pasado mes de marzo.
Las composiciones son cosa de Jorge Álvarez. David Redondo aporta sus ideas previo paso por la base rítmica de Gabriel de Sales. Y de ahí, a los escenarios. Eso sí, todo queda definido previamente en su local de ensayo, ubicado en Arnao, en la sede de la asociación "La Resistance". Previamente, los ensayos comenzaron en la casa del cantante y guitarrista.
Los componentes de "Leide" aseguran que lo que más le atrae de la música es ser libres, poder expresar sus sentimientos, críticas y pasiones sin cortapisas. En sus directos, tratan de interactuar con el público y de vez en cuando se "engorilan", algo habitual en este estilo de música rápido, ágil a la par que contundente. Una de las cuestiones que menos les gusta es que para tocar en algunos bares de la villa tengan que hacer versiones o reconvertirse en una banda tributo. "Las bandas tributo no tienen personalidad", indica Jorge Álvarez, que toca esta noche en Le Garage, en El Carbayedo, y el día 8 de julio en el Livingstone, en Luanco.
