El calderero David Román arrancó ayer a las empresas Asturiana de Zinc (Azsa) e Ingenería Montajes del Norte (Imsa) el compromiso para que éstas medien con la mutua al objeto de que lleve a cabo las pruebas médicas que el extrabajador afectado por mercurio en 2012 viene reclamando desde hace semanas. "Es una vergüenza que haya tenido que ponerme en huelga de hambre para que me hagan caso", apuntó David Román, que lleva dos semanas privado de alimentos.

"Seguiré con esta protesta hasta que mi cuerpo aguante: necesito saber qué me pasa, mi mente me lo reclama. Por eso les pedí que me abonasen los gastos médicos. No quiero nada de ellos: si me pagan este tratamiento, les devolveré el dinero con mi trabajo", prometió el antiguo trabajador de Imsa.

Román no se reunió ayer con los concejales de Somos Xune Elipe y Primitivo Abella porque, precisamente, lo estaba con los representantes legales de Azsa e Imsa. Los ediles morados quisieron seber "de primera mano" lo que están sufriendo los extrabajadores que se envenenaron por mercurio durante una parada en la fundidora de cinc.

Estuvieron, sin embargo, Carlos Martínez y David Peláez, compañeros de Román en la protesta por la vía del ayuno voluntario. "Nuestro objetivo es ser altavoz de su situación: ellos hacen huelga en casa porque reclaman que el reconocimiento de su afectación como enfermedad; si no, lo reclamaremos en el Pleno municipal".