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El grupo Lumen Dei, intervenido por Roma, a un paso de hacerse cargo de San Antonio

La congregación, que está bajo las órdenes directas del arzobispo Sanz Montes, sufrió un cisma tras la destitución de sus líderes por el Vaticano

Dos turistas, delante de la iglesia de San Antonio de Padua. RICARDO SOLÍS

Los religiosos del Lumen Dei están a un paso de hacerse cargo de la iglesia de San Antonio de Padua, conocida popularmente como de los Padres. El arzobispado de Oviedo ha iniciado contactos con los responsables de esta asociación de fieles para que gestionen el templo de la plaza de Carlos Lobo, uno de los más emblemáticos de la ciudad y que hasta hace unos años estuvo en manos de los franciscanos. El propio prelado asturiano, Jesús Sanz Montes, asumió el control directo de este colectivo después de que fuera intervenido por el Vaticano debido a "irregularidades de carácter económico e incumplimiento de normas morales".

Aunque las conversaciones para el cambio de titularidad de la iglesia de los Padres están muy avanzadas, aún no se han dado todos los pasos necesarios. Además, esta operación ha encontrado ciertas reticencias en sectores eclesiásticos avilesinos. El Lumen Dei echó a andar gracias al empuje del jesuita praviano Rodrigo Molina a mediados del pasado siglo y, desde entonces, está formada tanto por religiosos como por seglares. La actividad de esta unión pía o asociación de fieles se centró casi desde un primer momento en fomentar la fe católica y desarrollar proyectos de cooperación, especialmente, en países de Hispanoamérica, donde ha llegado a tener una gran implantación en ciudades como Cuzco (Perú).

Tras la muerte de Molina, en 2002, la congregación quedó en manos de uno de sus sobrinos, el avilesino Francisco Javier Mahía Colao. Poco después, surgieron los primeros problemas internos. La diócesis de Cuenca, de la que dependía el Lumen Dei tras numerosos cambios organizativos, alertó de irregularidades en la congregación, cuyos sacerdotes siempre fueron acusados en círculos eclesiásticos de carecer de una buena formación teológica. Tras la denuncia, la Congregación para los Institutos de Vida Religiosa del Vaticano intervino la asociación de fieles en 2008, con la destitución de sus líderes y con el nombramiento como nuevo comisario pontificio del obispo Fernando Sebastián.

Después de un período de creciente inestabilidad, Roma eligió como nuevo responsable de la congregación a Jesús Sanz Montes, actual arzobispo de Oviedo. Y, a continuación, obligó a todos sus miembros a someterse a la obediencia del prelado, provocando un cisma interno y propiciando que buena parte ellos abandonasen la asociación para fundar otra que, en la actualidad, desarrolla labores como una ONG católica.

Tras estas continuas crisis internas, el Lumen Dei ha logrado estabilizarse e, incluso, ha crecido en número de fieles. Gracias a este nuevo clima, hace unos meses comenzaron las conversaciones para que la congregación asuma la gestión de la iglesia de San Antonio de Padua. Un cambio de titularidad que aún no está cerrado, pero que podría oficializarse en cuestión de días, según prevé el Arzobispado de Oviedo, cuando también se hagan públicos el resto de nombramientos ideados por los responsables de la diócesis asturiana.

En este baile de nombres, Avilés puede jugar un papel importante en el contexto regional, ya que varios sacerdotes con peso de la iglesia local suenan para nuevos destinos. No obstante, el Arzobispado no tiene previsto dar a conocer ninguno de estos movimientos hasta que no haya logrado cerrarlos con éxito de forma conjunta, ya que afectan a numerosas parroquias. Y, en la mayoría de los casos, aún quedan flecos pendientes.

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