La empresa avilesina Asturfeito desarrolla desde 2013 un contenedor para un reactor de fusión nuclear fabricado en acero inoxidable Aisi 304 que pesará "entre 400 y 500 toneladas y tendrá una altura de 15 metros y 12 de diámetro". Se instalará en mayo del año que viene en la ciudad japonesa de Naka, en la prefectura de Ibaraki, al norte de Tokio. El reactor de fusión tiene por nombre técnico JT60SA y es obra de un consorcio internacional en el que participan la Unión Europea y Japón. "A España le ha tocado hacer el contenedor", recalcó ayer Javier Alonso, responsable de la unidad de ingeniería del Laboratorio Nacional de Fusión del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat).

Una treintena de representantes del consorcio se reúnen en Avilés (ayer y hoy) con el fin de conocer el desarrollo de un proyecto energético destinado a mejorar la vida de todo el planeta. "El objetivo final es producir energía por medio de la fusión (unión) de isótopos de hidrógeno y no a través de la fisión (partición) de uranio", apuntó Alonso. La energía nuclear se produce de manera artificial (se bombardean isótopos de uranio con el fin de provocar una reacción en cadena). Salvo en las estrellas (entre ellas el Sol) nunca se ha producido energía nuclear por medio de la fusión.

El reactor JT60SA tiene como fundamento principal la suma de dos isótopos de hidrógeno para convertirlos en uno de helio. "Vamos a hacer un pequeño sol", explicó José Carlos González, director de operaciones de la empresa Asturfeito.

Las estrellas son fábricas de elementos. El Universo comenzó con la gran explosión llamada "Big Bang". A partir de esta gran explosión se crearon protones, neutrones y electrones que, al combinarse, formaron hidrógeno y helio. El resultado de la gran explosión es una gran nube de materia en expansión. A medida que la estrella atrae material, aumenta la presión y la temperatura de su interior. Con temperaturas tan altas los átomos aceleran de tal modo que chocan entre ellos (la fuerza de su movimiento supera a la fuerza de repulsión), provocando la fusión de átomos de hidrógeno para obtener helio. Esto es lo que trata de hacer el JT60SA. La razón es muy clara. "No genera residuos", explicó el director de operaciones de Asturfeito.

"Durante muchos años se ha experimentado con la posibilidad de generar fusiones nucleares de forma artificial. Nunca se ha hecho hasta ahora", apuntó Alonso. "Lo que vamos a hacer con el JT60SA es estudiar el comportamiento del plasma a altas temperaturas en campos magnéticos", añadió Alonso. El plasma es el cuarto estado de la materia (los otros son los sólidos, los líquidos y gases). "El plasma a más de 30.000 grados Celsius levita dentro del contenedor que estamos fabricando. Y tiene que levitar porque no existe material que soporte tan altas temperaturas", añadió Luis Álvarez, el jefe del proyecto en España. El movimiento del plasma se hace por medio de bobinas (18). Estas bobinas se están construyendo en Francia y en Italia. El contenedor del reactor estará enganchado a una base cuya calderería fue desarrollada hace tres años por la empresa avilesina Idesa. "Lo que hicimos nosotros entonces fue su mecanización", reconoció José Carlos González. "Todo se montará en Naka la próxima primavera", anunció Luis Álvarez.

El éxito del prototipo JT60SA será el primer paso del proyecto Iter -con el que también colabora Asturfeito- y el éxito del Iter será efectivo en una tercera fase: la del Demo. El proyecto Iter echará a andar -si se mantienen los actuales plazos- en 2025; el Demo no tiene previsto su funcionamiento de manera inmediata, pero es el objetivo final del consorcio internacional: que se pueda crear energía por medio de la suma de elementos y no con su partición. El futuro está a las puertas y varias empresas avilesinas contribuyen a que sea una realidad.

Estas empresas forman parte del Polo del Acero, la entidad nacida en Avilés con el objetivo de convertir la ciudad en capital del desarrollo de metales en Europa. "Podemos decir que la marca Avilés hoy no sólo es sinónimo de calidad. Además, identifica una nueva forma de hacer las cosas aportando soluciones específicas a las necesidades concretas de cada cliente desde la innovación. Avanzamos hacia una nueva cultura empresarial que se distingue también por la colaboración y la búsqueda de nuevas alianzas, por la generación de productos singulares que aportan un alto valor añadido, y por la alta calidad del producto final", explicó ayer la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, en la inauguración del encuentro de los representantes del consorcio internacional reunidos en el Niemeyer.