La exposición "Avilés Data City", cuya presentación tuvo lugar ayer en la Factoría Cultural, pretende dar un giro al concepto de arte, elevándolo a la misma categoría que la tecnología. Los impulsores de este proyecto, María Castellanos y Alberto Villaverde, combinaron estas dos disciplinas para crear una mochila que, mediante una serie de microchips, puede medir la contaminación del entorno mientras que su portador registra sus estados de ánimo a través de una aplicación.

El proyecto de estos artistas contó con la participación inicial de cuatro voluntarias, cuya función fue realizar un recorrido por la ciudad probando la mochila y recopilando datos y magnitudes que permitan conocer las posibilidades de esta original mochila y poder también profundizar en el desarrollo de la misma.

La inusual prenda permite elaborar un mapa que representa el recorrido llevado a cabo por el sujeto, en el que aparecen los registros de contaminación y sus estados de ánimo. El objetivo de este ambicioso proyecto es definir una relación entre la contaminación ambiental y las emociones. "Es un proyecto muy original: mezcla la parte artística con el ámbito tecnológico. Ha sido una suerte el haber podido contar con María, una persona con un gran currículum", afirmó ayer Yolanda Alonso, concejala de Cultura, en la presentación de la exposición.

"Llevamos trabajando en este proyecto cerca de un año y medio. No es solo el hecho de fabricar la mochila: es la obtención de las piezas, que ha costado bastante. Solo en tecnología hemos gastado 200 euros", explicó por su parte Alberto Valverde, que lleva trabajando codo con codo con María Castellanos desde 2009.

"Vimos que la ropa que incorpora tecnología solo medía los sentimientos, y no había ninguna que analizase la influencia que ejerce el medio sobre los estados de ánimo", comentó María Castellanos. "Avilés Data City" ha sido fruto de una anterior idea en la que Castellanos y Valverde estuvieron trabajando: el "Environmental Dress". Esta iniciativa contó con la misma tecnología que la mochila. Pero se plasmó en un vestido poco cómodo para el día a día. Por eso, sus creadores decidieron dar un paso más para lograr el diseño que presentaron ayer.