El mundo del rock es muy amplio y "Norma" quiere huir de las etiquetas. Hacen rock con tintes british y no tienen problemas a la hora de jugar con los sonidos más libres del jazz o el funk. Con el buen rollo por bandera, el cuarteto formado por Álvaro Barriuso (teclista, voz y guitarra), Luis Javier Tarrío (batería), Manuel Aparicio (guitarra) y Asier Figueira (bajista) acaba de cumplir su primer año de vida. Es más, la idea de unirse surgió en las fiestas de Piedras Blancas del pasado año. Los miembros de "Norma" proceden de grupos avilesinos como "Manitou" y "Clockwork", el último ya desaparecido, y en este tiempo ya han grabado una maqueta de cinco temas a la que no le pusieron nombre. Ahora piensan en grabar su primer trabajo discográfico en el que quieren incluir alguno de los temas de la maqueta.
El nombre del grupo fue elegido por su "universalidad", nada tiene que ver con pactos de sangre ni con leyes ni ordenanzas municipales. Cantan en inglés porque así creen que se llega al mayor número de público al ser "la lengua internacional". No les afecta el Brexit aunque les encantan las melodías británicas de los "Led Zeppelin", "The Beatles", "The Who" y "Oasis" por citar algunas bandas de la interminable lista.
Sus letras hablan de rock, de filosofía rockera como ocurre con "Won't let you down", que traducen como "No te dejaré tirado" y que les anima a seguir adelante con su "buenrollismo" pese a que por momentos interpreten "Whisper", que habla de la desesperación y la soledad.
Los miembros de la banda son muy jóvenes. Es más, la media de edad ronda los veinte años aunque llevan en esto de la música desde hace un lustro en sus respectivas bandas.
El grupo que ensaya en Valliniello en casa del batería se ha marcado un objetivo para el verano: prepararse para el Oviedo Rock. Eso sí, sin dejar de lado los preparativos de su futuro primer trabajo discográfico. Si por ellos fuera ensayarían los siete días de la semana pero sus obligaciones les impiden reunirse más, tocar y seguir disfrutando de la música. Los "Norma" también hacen autocrítica y reconocen que "necesitan" interactuar más con el público durante sus actuaciones. La próxima prueba de fuego será en el Ipanema de Gijón, el próximo 23 de abril. Ya han comenzado a preparar el bolo y confían en que será un buen concierto. Esperan que todo salga como en los ensayos y cruzan los dedos para que Manuel Aparicio no tenga problemas con su guitarra y que sus cuerdas aguanten su hora y media de espectáculo.
