Un verano más, Salinas vuelve a sufrir problemas de tráfico al incrementarse el número de residentes y por ello el parque móvil. Autobuses, coches, bicicletas y peatones se disputan el espacio de una localidad que tiene unos 5.000 habitantes pero que en julio y agosto se incrementan considerablemente. "No entendemos por qué en Salinas no se respetan las señales de tráfico; cada uno hace lo que quiere. Barra libre es lo que hay aquí", señaló ayer el presidente de la asociación de vecinos "Amigos de Salinas", Eloy Martínez Argüelles, que pide cámaras de control de tráfico en verano.

El dirigente vecinal señaló que pese a la mejora de los últimos años, en los que se han instalado algunos semáforos, el problema no está resuelto. "Hay varios puntos negros, no sabemos si es que los semáforos no funcionan bien o que los conductores no los respetan", indicó. Una de las zonas conflictivas es la que regulan los semáforos de la intersección de la calle Doctor Pérez y la plazoleta del Niño con la calle Clarín. "Se trata de una de las zonas con más tráfico durante el verano ya que está a unos metros de la playa y del Club Náutico. Por la calzada circulan, buses, coches y bicicletas y hay varios pasos de peatones, pero los semáforos no siempre se respetan. En esa confluencia de calles se han producido varios accidentes, hasta ahora sin consecuencias graves, sobre todo de ciclistas, que muchos tampoco paran cuando tienen la luz roja", afirmó Eloy Martínez.

Otro de los puntos negros es el regulado por los semáforos que hay junto al instituto. "Si circulas desde la avenida de Raíces Viejo hacia la calle Pablo Laloux, el semáforo está en naranja para dar prioridad al de enfrente. Pocos conductores cumplen", dijo. El presidente vecinal se mostró partidario de la instalación de cámaras para controlar el tráfico. "En Salinas no tenemos ninguna y, sobre todo en verano sería conveniente porque es imposible que la Policía Local controle todas las calles".

"Amigos de Salinas", por otra parte, se quejó ayer de que a poco más de una semana de la celebración del Día del socio está pendiente de la autorización municipal. "Hace semanas que solicitamos permiso en el Ayuntamiento para instalar en el patio de la biblioteca una jaima de 25 metros cuadrados para repartir el bollo y la botella de vino el domingo 17. Es una instalación que ponemos todos los años, pero todavía no hemos recibido el permiso pese a que presentamos el certificado de un arquitecto, el seguro y toda la documentación que nos pidieron", dijo Eloy Martínez.