Los trabajadores de la planta avilesina de Alcoa coinciden en que la empresa aún no les ha informado sobre posibles operaciones vinculadas a la compra de la fábrica. "Lo único que nos han trasladado es el proceso está abierto y que caben todas las posibilidades: la venta, el cierre o la mejora de las instalaciones; por lo demás seguimos sin datos", expresó ayer José Manuel Gómez de la Uz, presidente del comité de empresa de la fábrica de Avilés y responsable de la sección intercentros del sindicato Comisiones Obreras, después de que LA NUEVA ESPAÑA diera a conocer que la multinacional alemana Trimet se ha convertido en el quinto aspirante a la compra, junto al grupo español Aludium y tres fondos de inversión extranjeros.
Ante esa incertidumbre, los representantes de los trabajadores solo tienen claro sus reivindicaciones: "Necesitamos que la empresa o grupo que se haga cargo de las instalaciones garantice un plan industrial de futuro y, evidentemente, que se mantengan los puestos de trabajo". Daniel Cuartas, responsable de la Unión General de Trabajadores (UGT) confirmó que los sindicatos aún no han recibido ningún tipo de información oficial por parte de la multinacional. "Lo único que sabemos es que se van a analizar todas las alternativas posibles, nada más", indicó. Y deseó que se despejen las dudas sobre el futuro de las tres plantas que Alcoa tiene en la cornisa cantábrica. De la Uz, por su parte, insistió además en que la situación no es nada halagüeña si no se consigue una "buena tarifa eléctrica": "De lo contrario, la situación de la fábrica nos pinta mal".
Hasta el momento, varias firmas están interesadas en la posible compra de las instalaciones de las tres factorías de aluminio primario de Alcoa en España, ambas ubicadas entre Asturias y Galicia. En un primer momento, el interés partió de un grupo industrial español, Aludium, y de tres fondos de inversión extranjeros.
Recientemente, una multinacional alemana, Trimet, también se ha querido subir al carro y quiere adquirir las plantas y así duplicar su producción convirtiéndose así en un gigante del sector aún mayor. Esta última firma inició en 2005 una serie de operaciones en Francia que le llevó a hacerse con el control de la principal competidora en el país galo, Rio Tinto Alcan. Mientras tanto, la multinacional estadounidense mantiene sobre la mesa su plan de venta de sus tres factorías españolas.
Ese proceso ya está en marcha y coincide con la política de Alcoa en los últimos años, que se ha centrado en la venta de otras tres factorías, como es el caso de la de Alicante, Amorebieta (Vizcaya) y Castelsarrasin. Actualmente, el objetivo es vender el resto de plantas españolas. Todo ello viene derivado de una política empresarial que ya amenazaba con recortes. Ya se barajó la posibilidad de presentar dos expedientes de regulación de empleo y una reducción de la producción en las tres plantas. Esta situación está bajo un paraguas que preocupa y mucho a los sindicatos, el precio de la tarifa eléctrica que es el más caro del continente europeo.
