El Gobierno de España anunció ayer que la próxima subasta de interrumpibilidad eléctrica se celebrará entre "finales de octubre o principios de noviembre". La interrumpibilidad es un producto de gestión de la demanda energética que venden las fábricas que más electricidad consumen y que se activa cuando hay una orden de reducción de potencia por parte de la empresa Red Eléctrica. Esta reducción se hace a cambio de dinero -la cantidad es la que se determina, precisamente, en la subasta- y supone un ingreso extraordinario de tal modo que, en la práctica, abarata la factura que hay que pagar y, en consecuencia, también el producto final a producir. La mayoría de los grandes consumidores de energía en Asturias están en la comarca de Avilés. Es el caso de la planta de Alcoa de San Balandrán, de la planta de Asturiana de Zinc (Azsa) de San Juan de Nieva y de la de Arcelor-Mittal en Trasona.

La subasta de la interrumpibilidad eléctrica para este año 2016 fue convocada, precisamente, hace ya un año "a unos meses de las elecciones", como destacó la Asociación de Empresas de Gran Consumo Eléctrico (AEGE). La puja se produjo a primeros de septiembre de 2015 y los privilegios de aquella subasta están vigentes hasta diciembre de este 2016. Desde el comité de empresa de Alcoa en Avilés -una de las fábricas más dependientes de la interrumpibilidad- se calificó la noticia como de "mala". Y en este calificativo coincidió el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, que ayer en La Granda (Gozón), lamentó "la incertidumbre" que siembra el anuncio del Ministerio de Industria. Y es que, a su juicio, una puja tan tardía no deja apenas capacidad de reacción a las fábricas que decidan presentarse.

Lo que sucede es que existe una orden ministerial que regula esta subasta y, en ella, se explicita que el 15 de octubre de cada año es la fecha límite para habilitar a las fábricas que puedan acceder a la subasta (la puja es cosa de los centros de producción, no de las compañías que los poseen). Esto significa que el Ministerio de Industria cumple esta vez su propia normativa (a diferencia de lo que ocurrió en 2015), aunque esta normativa no sea la más proclive para el desarrollo del sector industrial en la comarca, como señalan insistentemente los sindicatos.

Las subastas de la interrumpibilidad se idearon hace tres años. Como consecuencia del fiasco de la primera convocatoria, la multinacional Alcoa amenazó con cerrar sus fábricas de Avilés y La Coruña al no haber alcanzado los límites mínimos que ansiaba. La segunda edición se produjo bajo presión sindical y electoral: "No estamos de acuerdo con esta subasta, pero la pueden mejorar", indicaron ayer los trabajadores de la empresa más afectada, la aluminera Alcoa. Y es que alrededor del 40 por ciento de los gastos en materias primas de la aluminera se los lleva la energía eléctrica, recuerdan la empresa y sus trabajadores.

El consejero, en este sentido, cuestionó el modelo de la subasta de interrumpibilidad. Dijo que no le convencía "por ser muy inestable". Añadió: "Nosotros lo que reclamamos es un marco donde las industrias conozcan los precios de antemano", indicó el responsable de la política industrial del Principado. "No se puede castigar a las empresas con los costes que puedan surgir como consecuencia de las ineficiencias del sistema o de las subvenciones que se quieran hacer a las renovables", recalcó Blanco.

La tercera convocatoria se hará en el límite. "Hay una serie de requisitos que hay que cumplir antes de poder publicar las bases", indicaron desde el Ministerio de Industria. "Aún estando el Gobierno en funciones se está trabajando en su redacción", indicaron estas mismas fuentes. Los requisitos principales están en el paso del documento de convocatoria por la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC) y también por la empresa Red Eléctrica, que es la que tiene que determinar cuáles son las fábricas que se pueden presentar a una subasta que da vida a un sector amarrado al devenir de los megavatios hora.

El Ministerio de Industria dijo desconocer "aún" cuántos bloques de megavatios hora van a salir a subasta "y también por cuánto dinero". Y es que se da la circunstancia de que, aunque son las empresas las que ponen en el mercado la interrumpibilidad, es únicamente la administración del Estado la que puja por ellos. El pasado año fueron habilitados centros de producción de pequeño calibre que competían en igualdad de condiciones con los de gran calibre. Lo que para los pequeños era buenas noticias, para los grandes, salvaguarda esencial.

El consejero de Industria hizo notar que el retraso de la convocatoria de la subasta supone dejar poco margen de maniobra a las empresas. Sobremanera Alcoa, cuyas fábricas de primario están a la venta.