T. M. y su hijo M. A. se sentaron ayer en el banquillo de los acusados por trapichear, según la fiscal, con hachís en el bar que regentaban en Avilés. Pero el juicio no llegó a celebrarse a petición del Ministerio Fiscal al estar de vacaciones dos de los agentes que debían declarar en calidad de testigos. El abogado que defiende los intereses de T. M. y M. A., Manuel Gómez Mendoza, avanzó que pedirá la libre absolución para sus clientes. "El atestado de la policía está cogido con alfileres", dijo. El juicio deberá señalarse de nuevo, previsiblemente después del periodo estival.

En las dependencias judiciales de Marcos del Torniello también quedó ayer visto para sentencia el caso de un hombre acusado de supuestos robos en una finca en Las Bárzanas (Castrillón) en abril del año pasado.