David Román, David Peláez y Carlos Martínez, que son extrabajadores de la empresa Ingeniería Montajes del Norte (Imsa) afectados por una intoxicación por mercurio en noviembre de 2012, abandonaron anoche la huelga de hambre que habían empezado hace 28 y 16 de días respectivamente.

"Hemos logrado que los médicos de la mutua nos hagan las pruebas que veníamos pidiendo", reconoció Peláez. "Vamos a esperar el resultado de las pruebas. Queremos saber qué nos pasa, no qué tipo de política nos afecta, y eso se consigue con nuevas pruebas", añadió Peláez. "No descartamos, sin embargo, que podamos recrudecer las movilizaciones: plantar una tienda de campaña delante del Instituto Nacional de la Seguridad Social, porque parece mentira que en todo este tiempo no nos haya llamado para nada", se lamentó el propio Peláez. Ese es el punto no conseguido: los tres quieren que la administración reconozca su afección como enfermedad laboral. "Pero nadie del Principado, ni el consejero, ni el director de Salud Pública, se ha interesado por nuestras demandas", se lamentó David Román, otro de los extrabajadores envenenados por mercurio.

"Nos recomendaron que lo dejásemos no fuera a ser que tratasen de explicar las secuelas de la intoxicación con la movilización", aseguraron los tres extrabajadores.