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La grave crisis de un emblemático conglomerado empresarial

Los trabajadores cargan contra el "injustificado cierre" del Grupo Melca

"Apelamos a la responsabilidad del consejo para mantener los 150 empleos", dicen UGT y CC OO El PSOE y el PP muestran su "inquietud"

José Luis García Arias.

La inminente liquidación del Grupo Melca por problemas graves entre los miembros de la familia propietaria, tal y como desveló ayer LA NUEVA ESPAÑA, ha caído como un jarro de agua fría en la comarca. Tanto los sindicatos como varios partidos políticos mostraron su preocupación por la incertidumbre que se abre para los 150 empleados del conglomerado. Todos ellos hicieron un llamamiento a la "calma" al consejo de administración del holding para tratar de revertir una situación que puede ser dramática para los trabajadores. "Ejerceremos todas las medidas y acciones oportunas a nuestro alcance para evitar este cierre tan injustificado y desde todos los puntos de vista incomprensible", anunciaron ayer UGT y Comisiones Obreras (CC OO), representantes de la plantilla.

"Pedimos a los administradores que reflexionen y actúen con responsabilidad. Que tengan en cuenta la importancia y repercusión en la economía y el empleo que tiene la compañía", solicitaron Javier Campa y Manuel Pérez Uría, en representación de los sindicatos MCA-UGT e Industria CC OO, respectivamente. "Deben adoptar las medidas que estimen necesarias para el correcto funcionamiento de la empresa y la salvaguarda de los puestos de trabajo", agregaron sobre el holding empresarial, que suma once sociedades, entre las que se encuentran el Hotel Silken "Villa de Avilés", el Hospital de Luarca, el taller Remesa de Mieres o la empresa Arside Construcciones Mecánicas.

Por su parte, el portavoz municipal del PSOE, Luis Ramón Fernández Huerga, destacó la "preocupación" de su grupo municipal para con los empleados del Grupo Melca. "Más allá de las decisiones que se tomen en el consejo, la principal inquietud es la pervivencia de la actividad y de los puestos de trabajo de la compañía", aseguró el edil, que abogó por "buscar una salida" bien con los propios socios o con inversores externos.

Desde el PP local también quisieron recalcar la "importancia" y la "apuesta" del Grupo Melca por Avilés. "Lo que deseamos desde el Partido Popular es el máximo respeto a la decisión de todas las partes y que puedan llegar a un acuerdo que sea favorable y satisfactoria para todos y cada uno de los afectados, incluidos por supuesto los trabajadores", apuntó Carmen Maniega, presidenta del PP en Avilés.

"Estamos consternados. Que se pueda llegar a esta situación por una circunstancia externa nos deja totalmente descolocados. Si se tratase de una compañía que tuviera deudas inasumibles o que se encontrara en concurso de acreedores, como desafortunadamente les pasa a cientos de empresas... Pero que se llegue a este punto por una circunstancia externa es aún más doloroso", confesó Carmen Conde, concejala de IU.

La parte que ostenta la mayoría de las acciones de Melca -Isabel Becerril Santos, la esposa de José Luis García Arias, y dos de sus hijos: Elena y Daniel García Becerril- explicó ayer que la destitución del fundador del holding como presidente del Grupo Melca obedece "a la decisión de proceder a un relevo generacional en el grupo familiar ante el descontento mayoritario por la gestión desarrollada últimamente por aquél". Añadió asimismo que "es absolutamente incierto que peligre el trabajo del grupo" porque "si finalmente se acordase la disolución de la sociedad holding, ello nunca afectaría a las sociedades operativas del grupo o a sus empleados". En el orden del día de la junta del próximo día 25 se determina que se procederá al nombramiento de un nuevo presidente y en caso de no alcanzarse este acuerdo (escenario más previsible), se llevará a cabo "la disolución" del Grupo. "Y eso sólo se puede realizar liquidando las empresas y propiedades de la sociedad matriz", señalaron fuentes cercanas al fundador de la corporación. Los socios mayoritarios entienden, sin embargo, lo contrario. Aseguran que su intención es "mejorar la gestión actual y fortalecer el Grupo y sus empresas". Finalmente, esta misma parte asegura que García Arias ha creado "una alarma social absolutamente injustificada y manifiestamente irresponsable".

El Grupo Melca nació en 1972 de la mano del empresario José Luis García Arias. Hasta el pasado 6 de mayo, fecha en la que se celebró la última junta de acciones, Arias fue presidente del holding empresarial. El industrial fue depuesto después de que tres de los accionistas modificaran el orden del día de forma súbita. En la junta sólo estaba previsto el reparto de los fondos de reserva (2,78 millones para cada uno de los cinco accionistas). Para el nombramiento de un sustituto es necesaria una mayoría reforzada (dos tercios del accionariado), con la que no cuentan la mujer y los descendientes de Arias, ya que suman el 54 por ciento del grupo.

El mayor accionista del grupo es su fundador. José Luis García Arias es dueño del 38,43 por ciento de las acciones. Su hijo Miguel García Becerril -administrador eventual de la sociedad- es propietario del 7,81 por ciento. La mujer de García Arias cuenta con el 28,14 por ciento del grupo. Su hija Elena tiene el 19,95 por ciento y Daniel García Becerril, el 5,67 por ciento.

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