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El desarrollo urbanístico de la ciudad

El "banco malo" sopesa construir pisos en el solar de la residencia de Ingenieros

La Sareb realizó la semana pasada sondeos en el terreno para elaborar un estudio de alternativas: "Aún no está decidido", afirma la sociedad

Una máquina para hacer sondeos en el solar de la antigua residencia de Ingenieros, el pasado miércoles. M. VILLAMUZA

El solar de la antigua residencia de Ingenieros puede tener un futuro halagüeño. La propietaria del suelo, la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida como "banco malo", sopesa la posibilidad de construir las 300 viviendas previstas en el proyecto, que lleva paralizado desde hace una década. La pasad semana, técnicos de la sociedad estuvieron varios días en Avilés realizando sondeos geotécnicos en la parcela, ahora foco de maleza.

El objetivo, según explicó una portavoz de la Sareb, es realizar un estudio de la zona para analizar las diferentes posibilidades. Entre ellas están la construcción de viviendas por parte de la propia entidad o la venta de los terrenos a otra promotora para que ejecute el plan. "Aún no está decidido. Lo primero que se quiere es conocer la situación del terreno para tomar una determinación. El objetivo final de la sociedad es vender todo lo que tiene y con ese dinero pagar la deuda con la que se nos creó. Para ello tenemos hasta 2027", comentó la portavoz. Respecto a la opción de la venta del suelo, la sociedad no descarta "trocear" la parcela para que sea más "fácil" su comercialización. Incluso, según pudo saber este periódico, habría ya promotores interesados si se ejecuta de esa manera.

La Sareb está en estos momentos intentando "deshacerse" de todos los "activos tóxicos" de las entidades bancarias, desde solares vacíos -como es este caso- a promociones a medio terminar o con los pisos ya finalizados. Según explicaron las mismas fuentes de la sociedad, en algunos casos "merece la pena" a la Sareb desarrollar los solares. El año pasado, por ejemplo, lo hizo en 13 suelos distribuidos por toda España. Ahora, los terrenos de la antigua residencia de Ingenieros son candidatos a ese fin.

La historia del desarrollo de ese solar, ubicado en la calle González Abarca, está llena de avatares. El Ayuntamiento suscribió en el año 2005 un convenio con la empresa Melca para la construcción de tres edificios, uno de ellos de catorce plantas, con un número total de alrededor de trescientas viviendas. Este convenio es uno de los que forman parte del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006. A cambio de ese acuerdo, el Ayuntamiento recibió las acciones que el grupo avilesino tenía en Ruasa, tres millones de euros por reversión de las plusvalías urbanísticas, la cesión de la antigua fábrica de camisas de la avenida de Portugal -donde hoy está ubicada la Factoría Cultural- y una parcela asociada a la Casa de Pedregal, de casi 3.000 metros cuadrados.

Casi de inmediato, en 2006, Procupisa, una empresa leonesa, se hizo con la operación tras adquirir los derechos de Melca. Pagó 33 millones de euros. Poco más de un año después, en 2008, la sociedad Procupisa abandonó el proyecto por avatares económico que achacó a la crisis. El proyecto original suponía una inversión de 70 millones de euros y sus cifras de venta, entonces, se cuantificaban en casi 105 millones de euros. Incluso contaba con licencia municipal, pisos apalabrados -tuvo que devolver incluso algunos avales que los compradores habían entregado- y el objetivo de entregar las primeras viviendas a finales de 2010.

En ese momento, en 2008, entró en juego Caixa Galicia, que se hizo con los terrenos por 49 millones de euros. Una vez que la promotora CXG formalizó el traspaso, estuvo más de dos años analizando las posibilidades y la viabilidad del proyecto, hasta que en 2011 presentó un proyecto básico en el Ayuntamiento de Avilés que incluía variaciones sobre lo previsto inicialmente. La promotora gallega, para desarrollar esos suelos, abrió incluso la posibilidad a que otras entidades e inversores entraran a formar parte del proyecto a través de la adquisición de parte del terreno.

Y llegó 2013. Al mismo tiempo que el Ayuntamiento daba licencia a la promotora para "resucitar" el proyecto para la construcción en tres fases de 320 viviendas, 477 plazas de garaje y 2.783 metros cuadrados de locales comerciales, Caixa Galicia traspasaba todos sus activos a la Sareb y la operación quedaba suspendida. La sociedad puso a la venta esos terrenos por unos 12 millones de euros, pero no apareció comprador. Así que en estos tres años nada se ha movido y tan solo han servido para que sigan creciendo las malas hierbas y aumenten las quejas de los vecinos por la maleza que se acumula en la zona, que en algunas ocasiones obstaculiza el tránsito en la acera de la calle de González Abarca. Hasta esta semana, cuando trabajadores de la sociedad llegaron a Avilés para hacer sondeos geotécnicos en los terrenos.

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