Un promotor avilesino y el arquitecto técnico de su mismo grupo empresarial afrontan una pena que suma siete años de cárcel por la muerte de un trabajador durante las obras de construcción de un edificio en la urbanización de La Magdalena. Los hechos sucedieron el 7 de mayo de 2012 y en el accidente laboral falleció G. F. L., de 27 años, tras volcar la plataforma elevadora en la que estaba. La fiscalía los acusa de un delito de homicidio por imprudencia grave y de otro contra los derechos de los trabajadores. El ministerio público, además de la pena de prisión, insta a que se condene a los dos acusados a indemnizar, de manera conjunta, a la madre de la víctima con 112.388 euros. La vista ora se celebrará hoy por la mañana en el Juzgado de lo Penal número dos de Avilés.

La Fiscalía explica que uno de los acusados es gerente, representante legal y máximo responsable de una constructora, que pertenece al mismo grupo que la promotora encargada de levantar un edificio de 78 viviendas, garajes y trasteros en La Magdalena. Para realizar tareas de carpintería metálica, acristalamiento y colocación de paneles de composite, contrataron a una tercera empresa. Y para llevar a cabo sus labores, utilizaron una plataforma elevadora automotriz, que quedó en la obra una vez concluidas las tareas.

En su calidad de gerente, el promotor había contratado con la tercera empresa la realización de las obras, para lo cual los trabajadores emplearon la plataforma, "pero no la utilización del equipo de trabajo", "aunque sí existió un pacto oral entre ambos". Se realizó, el 15 de febrero de 2012, un anexo al plan de seguridad y Salud, aprobado por el coordinador de Seguridad y Salud, el arquitecto técnico también acusado. El Ministerio público afirma que en ese anexo se preveía la utilización de la elevadora pero que, sin embargo, no se realizaron comprobaciones de su estado: "Hubieran permitido detectar un posible fallo en la misma, concretamente, en el inclinómetro". El informe incluía el riesgo de volcado, pero "no se tuvo en cuenta el emplazamiento de la máquina que, por sus dimensiones, no cabía en la zona urbanizada": "Tampoco se inspeccionó la ubicación concreta de la misma".

El 7 de mayo de 2012, la obra se encontraba en fase de remates en los pescantes del edificio. Para realizar esos trabajos, había que elevarse a una altura de 20 metros, por lo que se usaba la plataforma. En esta situación se encontraban el encargado de la obra y el trabajador fallecido, que era el responsable de encender la máquina y asistía al encargado desde la terraza del ático. Así estuvieron trabajando hasta que el encargado se vio incapaz de completar la tarea sobre un último gancho porque no alcanzaba, por lo que se bajó de la plataforma al nivel del suelo para trasladarla, tarea que dejó en suspenso. A continuación, según el fiscal, el joven decidió trasladar el elevador. La plataforma pisó con dos de sus ruedas terreno blando y no compactado, provocando que la máquina volcara y el trabajador saliera despedido. Falleció. Los trabajadores no disponían de equipos de seguridad individuales, afirma la Fiscalía.