Dice la leyenda que fue un comandante de caballería gozoniego destinado en Valladolid quien impulsó la hípica en el concejo. Este militar habría hablado a sus compañeros de las bondades de la villa de Luanco como lugar de veraneo y la idea fraguó. A mediados del siglo pasado, los concursos de caballos eran un coto privado castrense y los turistas impulsaron la creación del Concurso Hípico de la capital gozoniega, allá por 1950. Desde hace cuatro años, este certamen, patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA y que se disputará entre los días 28 y 31 de este mes (dos estrellas) y del 5 al 7 de agosto (tres estrellas), está organizado por la Sociedad ecuestre de Luanco. Al frente está el ganadero Santiago Núñez (Madrid, 1957), quien aboga por "acercar el hípico al pueblo".

-Una de las noticias más destacadas de esta edición del hípico de Luanco es la imposibilidad de realizar apuestas. ¿cómo afecta a la organización?

-Además de suponer un aliciente para el público, las apuestas eran una tradición del concurso. La inhabilitación del juego puede hacer que acuda menos público a la cita, y si atraes menos gente, dejas de arrastrar también a patrocinadores. Es una cadena que puede suponer un perjuicio para el hípico.

-Sin embargo en Las Mestas sí se podrá apostar.

-Para el certamen de Gijón se hizo una excepción, y ésta no se abrió a todas las esferas de la hípica.

-¿Han intentado revertir esta situación de alguna manera?

-He puesto un recurso en la administración personalmente, del que aún no he recibido respuesta. Y también me consta que el alcalde, Jorge Suárez, hizo las llamadas pertinentes, aunque también sin frutos.

-Este golpe viene en un año muy duro para la hípica en Asturias.

-Es que ha sido un año horrible. Se suma el cierre de El Asturcón, los problemas que tuvo el Club Hípico Astur (Chas) para salir adelante, la desaparición del concurso de Villaviciosa y que en el de Avilés tuvieron muchos problemas por falta de subvención.

-Pero Luanco sigue al pie del cañón. ¿cómo se consigue?

-Aunque se trate de un certamen amateur, intentamos darle un toque internacional. Está todo muy cuidado y también intentamos que el pueblo esté muy involucrado en la cita. A mí me gusta decir que aquí trabajamos más para la abuela del jinete que para él mismo. Nos preocupamos mucho de que el visitante esté cómodo. En esta línea, por ejemplo, para esta edición contaremos con 'foodtrucks' como propuesta gastronómica, habrá catas de vinos, de cava, emitiremos el concurso en streaming...

-¿Qué impacto tiene el hípico para el pueblo de Luanco?

-Vienen 164 jinetes, lo que significa que entre mozos, familiares, etcétera, puede que durante los días del concurso pasen unas 400 personas por Luanco, de las que un 50 por ciento aproximadamente son de fuera de Asturias, con lo que eso significa para la hostelería, hotelería y demás sectores del municipio en un mes como julio, que no necesariamente es el más fuerte para los servicios. Además, siempre intentamos hacer parones al mediodía para que la gente pueda bajar al pueblo a comer y que todo el concejo, e incluso la comarca, se vean beneficiados.

-¿Y qué supone este concurso para los ganaderos de Gozón?

-También es muy importante para ellos. Con el concurso tenemos tres objetivos: El deportivo, en el que pretendemos tener el máximo nivel posible; el turístico, que consiste en atraer a toda la gente posible, y el ganadero, con el que tratamos de impulsar el sector local, que cuenta con cinco ganaderías que son importantes.

-¿Tiene peso la ganadería equina en Asturias?

-Es la tercera región con más cabezas de ganado, después de Andalucía y Madrid, lo que supone un 10 por ciento del total nacional. Estas cifras, en proporción al número de habitantes, son una barbaridad. En ese sentido Asturias es, sin lugar a dudas, un referente nacional.