La junta de gobierno local prevé conceder mañana a la Cruz Roja de Avilés la licencia para reformar las plantas superiores de su sede, en la calle Jovellanos, donde estaban las habitaciones del antiguo geriátrico cerrado en 2013. El objetivo es poder acoger allí a los refugiados que lleguen a la ciudad. "El plan de acogida estuvo medio parado y en cuanto nos volvieron dar la orden retomamos todo. Ya tenemos el proyecto y estamos esperando la autorización para ejecutar las obras", comentó hace unos días Belarmino Martínez, presidente de la asamblea de Avilés de Cruz Roja. Cada una de las plantas albergará cuatro pequeños apartamentos. Todas las obras se sufragarán con fondos de la propia organización no gubernamental.

En la actualidad, cada uno de los pisos dispone de ocho habitaciones con baño compartido (uno por cada dos dormitorios). Cada apartamento ocupará el espacio de dos habitaciones más el baño y tendrá un pequeño "office" con electrodomésticos para preparar la comida, por ejemplo. La intención de Cruz Roja es acoger a familiar formadas por una pareja y dos hijos. Serían en torno a medio centenar de personas. "Si finalmente los refugiados no vienen a Avilés, buscaremos otros usos", aseguró el presidente.

La sede de Cruz Roja ya está en obras ya que se están realizando los trabajos de reforma de las dos primeras plantas del edificio. La organización va a agrupar en ellas oficinas de atención al público, salas para impartir cursos y un salón de actos.