El juicio sobre el conflicto colectivo promovido por los 34 de Montrasa se desarrolló ayer durante algo más de cuatro horas en el juzgado número 1 de lo social de Avilés. Los trabajadores de la empresa del montaje que hasta abril pasado habían explotado un contrato de mantenimiento y de apoyo en la fundición reclamaron a la multinacional Alcoa que los asuma como personal propio, a la empresa auxiliar que haya heredado la tarea que los recoloque en virtud de los Acuerdos de Oviedo y que lo haga reconociendo la preeminencia de los despedidos en abril sobre trabajadores eventuales. Sin embargo, la multinacional rechazó esta posibilidad. La defensa de la firma aseguró que no le alcanza la responsabilidad que emana del convenio del montaje y rechazó, asimismo, tener que cumplir los Acuerdos de Oviedo (aseguró que no participa de ellos).

La defensa de los trabajadores reclamó, sin embargo, que la aluminera asumiera los 34 de Montrasa en virtud de la norma del 22 de abril de 1976 que regula las relaciones entre la empresa principal con sus auxiliares. Alcoa defendió por contra que esta norma está derogada. Los trabajadores presentaron varias sentencias (del Tribunal Superior de Galicia y del Supremo) que negaban esta posibilidad.

Los abogados de las auxiliares rechazaron la posibilidad de asumir a los 34 de Montrasa porque el contrato de abril no se ha adjudicado a ninguna empresa. "Eso no es cierto, Alcoa, Pasek y Jofrasa lo han estado explotando", señaló Ricardo Martínez, antiguo presidente del comité de Montrasa. La preeminencia de elección de los 34 fue rechazada por las auxiliares.