Las escuelas infantiles asturianas, en general, y las avilesinas, en particular, se enfrentan a un recorte de personal de cara al próximo curso que ya ha puesto en pie de guerra a los afectados. Varios educadores de los centros de El Quirinal, La Toba y La Magdalena se reunieron ayer con representantes de diferentes grupos municipales para expresar su "enorme preocupación" por el plan que acaba de aprobar el Principado y que implicaría la supresión de dos puestos a tiempo completo en la ciudad, a pesar de que la matrícula ha crecido de 174 a 186 niños, según los datos que manejan. Este ajuste se elevaría hasta las 40 plazas en toda la región. La concejala de Educación y Cultura, Yolanda Alonso, señaló que el Ayuntamiento "está analizando nuestros datos de matrícula y la plantilla que nos asignan con las ratios que aplica la Consejería". "Si hay discrepancias presentaremos alegaciones", añadió.
Los educadores avilesinos entienden que el recorte de dos puestos en la ciudad, según tres documentos de la Consejería de Educación fechados el 20 de julio, está especialmente injustificado porque el número de alumnos crecerá. "Habrá un descenso de matrícula en La Toba, pero tanto en El Quirinal como en La Magdalena aumentará, así como en términos globales", explicaron ayer las representantes del colectivo a los concejales con los que mantuvieron encuentros. También reconocieron que se producirá una bajada de matriculados a media jornada, pero contrarrestada por el incremento de los que recibirán atención a jornada completa. "En definitiva, habrá más niños y menos personal", explican los afectados, que iniciarán protestas en el caso de que no haya una marcha atrás. Además, denuncian que el Principado no ha tenido en cuenta para hacer su previsión de plantilla a los menores de tres meses que se incorporarán durante el curso.
La aplicación del recorte de dos plazas a tiempo completo puede ejecutarse de tres maneras: con la supresión directa de estos dos puestos, con el despido de cuatro educadores a media jornada o con el cese de uno que trabaje a jornada completa y dos a media. Sea como fuera, los profesionales consideran que la medida implicaría una mayor carga de trabajo, con el consiguiente daño a la calidad del servicio. Por eso, tienen previsto solicitar apoyo a todos los grupos municipales de la ciudad en su reivindicación ante el Principado.
El gobierno local no presentará, por el momento, ninguna alegación hasta que reciba información directa de la Consejería de Educación y Cultura, departamento que se encarga de la organización del personal en las escuelas infantiles, en base a convenios con los ayuntamientos. Hace un año, varios consistorios ya hicieron frente a otro anuncio de ajuste en estos centros, que finalmente no se aplicó en la mayoría de los casos.
La demanda de plazas en las escuelas infantiles no ha parado de crecer durante el último lustro en la mayoría de los concejos de la región. En estos centros, que constituyen un elemento fundamental para favorecer la conciliación laboral y familiar, se presta atención a niños menores de tres años. El Principado concede una determinada cantidad al curso a cada ayuntamiento para su funcionamiento y, en función de ese dinero, se fija el número de educadores.
El mantenimiento del personal en las escuelas infantiles fue uno de los puntos básicos del acuerdo entre el PSOE e Izquierda Unida para la investidura de Javier Fernández como presidente del Principado. El anuncio de recortes de hace un año creó una fuerte tensión entre ambas formaciones, tanto en la Junta General como en numerosos ayuntamientos asturianos.
