El fondo de inversión Atlas Holding se perfila como principal candidato a comprar las tres plantas que conserva Alcoa en España: Avilés, La Coruña y San Ciprián. Fuentes próximas a la operación han confirmado a este periódico que los grupos industriales se alejan de la puja (entre ellos se encontraban el alemán Trimet y el español Alibérico) y que sólo se mantienen en la carrera fondos de inversión extranjeros, entre ellos, el estadounidense Atlas Holding, que ya adquirió a Alcoa las fábricas de Amorebieta y Alicante, gestionadas a través de la firma Aludium. Las mismas fuentes dan por hecho que Alcoa venderá a Atlas y que las previsiones pasan por cerrar la operación a lo largo de septiembre y antes de que se celebre la próxima subasta eléctrica, a lo largo del otoño. En la multinacional conservan el mismo mensaje de los últimos meses: "Se mantienen abiertas todas las opciones para las tres plantas españolas y no hay tomada ninguna decisión".
En las últimas semanas trascendió el interés del grupo Alibérico por las tres plantas de Alcoa, instalaciones que pretendía adquirir en alianza con Aludium, de Atlas Holding. Las negociaciones se encontraban muy avanzadas, pero finalmente Alibérico (grupo impulsado por el gallego Clemente González Soler y formado por 35 compañías) se ha desvinculado de la operación al rechazar optar a la compra de la mano de Aludium, según las fuentes consultadas. También se había interesado por el proceso de venta el grupo industrial alemán Trimet, como publicó este diario.
La multinacional Alcoa vendió al fondo de inversión Atlas Holding en 2014 las factorías de Amorebieta, Alicante (de extrusión, laminación) y la francesa de Castelsarrasin, que desde enero de 2015 gestiona a través de la firma Aludium. Esta compañía es el principal cliente de la multinacional aluminera en España. Según fuentes próximas a los sindicatos, Alcoa vende a Aludium en torno al 50 por ciento de la producción de las plantas de Avilés, La Coruña y San Ciprián (el 40% de la producción de esta planta va para la firma de Atlas Holding).
Fuentes del sector sostienen que la operación de venta, de la que depende el futuro de más de 2.000 familias, cuenta con tres puntos débiles: el precio de venta del metal (en mínimos y ligado al LME, la bolsa de metales de Londres), el coste energético y el estado de las plantas. La industria electrointensiva desconoce qué incentivos recibirá para abaratar su factura de la luz, y en el caso del aluminio constituye una luz roja permanente. Y no es para menos. Producir una tonelada de aluminio requiere tres veces más electricidad que la producción de una tonelada de zinc o ferroaleaciones, y hasta 30 veces más que producir una tonelada de acero, como las que salen de Arcelor-Mittal. Y en todo este complicado proceso, según las mismas fuentes, Atlas Holding "sigue mostrando mucho interés por las tres fábricas".
Alcoa conserva solo tres de las nueve plantas que compró al Estado en 1989. Dos de ellas, las de Avilés y La Coruña, llevan años en la cuerda floja y a punto estuvo la multinacional de echarles el candado en 2014, cuando el Gobierno puso en marcha el nuevo sistema para repartir los bonus eléctricos, la subasta de interrumpibilidad.
Del interés de Alcoa por deshacerse de sendas factorías se lleva hablando en el sector desde hace años, pero fue el pasado mayo cuando la multinacional reconoció que tenía abiertas "todas las posibilidades" para las plantas españolas. La mayor sorpresa, como adelantó este periódico, es que Alcoa incluyese en el paquete ante una posible venta la planta de San Ciprián, la más moderna de las tres y que hasta ahora parecía tener el futuro asegurado bajo el paraguas de Alcoa. En juego se encuentra también el futuro del sector aluminero en España. El 90% del aluminio que se transforma en el país procede de estas tres fábricas de producto primario (el metal en forma de lingotes, tochos y placas que luego transforman los clientes de Alcoa).
La multinacional, además, se encuentra en una fase de reestructuración a nivel mundial, un proceso que según anunció hace meses la propia compañía culminará en los próximos meses. Alcoa quedará estructurada antes de 2017 en dos grupos empresariales: Alcoa, que mantendrá el negocio tradicional del aluminio (donde seguiría integrada la factoría de Avilés, en caso de que no se venda), y Arconic, empresa que agrupará las actividades de más alto valor añadido y que estará centrada en el negocio aeroespacial y el automotriz.
