La presencia en las calles de Avilés de palomas que lucen en lo alto de sus cabezas llamativas crestas de color azul -otros ejemplares portan grandes plumas ajenas a su especie en la cola- ha puesto en guardia a los miembros del colectivo de ornitología Mavea. Ángeles Pastur, miembro del grupo, ha documentado fotográficamente lo que parece una gamberrada y ha localizado algún ejemplar al que le ha caído la cresta artificial y lucía una zona calva como consecuencia del desprendimiento del pegamento usado para la "broma".

El pasado domingo, varios miembros de Mavea decidieron pasar a la acción para ayudar a las palomas y previo aviso a la Policía Local para evitar ser denunciados procedieron a capturar con ayuda de un truel a una de las aves "encrestadas". Observaron entonces que el apósito estaba generosamente pegado sobre la cabeza de la paloma y no sin dificultad lograron desprenderlo con ayuda de unas tijeras. La dificultad para atrapar más palomas víctimas de la misma gamberrada hizo desistir a los colaboradores de Mavea, que si bien confían en que la salud de las palomas no corra peligro (los restos del pegamento o las crestas mismas caerán con la muda de la pluma) llaman la atención sobre la aparente falta de interés de la administración local por los animales, condenan lo que entienden que podría tipificarse como un caso de "maltrato animal" y piden que se sancione al autor o autores.