José Luis Andréu Sánchez, jefe de sección de Reumatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, es desde mayo el presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), cargo que ocupará hasta 2018. Asumió el puesto plateándose retos: "Afrontamos el futuro con optimismo. Tenemos una sociedad científica modélica. Su masa societaria posee un elevadísimo nivel técnico y científico. Con estos componentes, el éxito está a nuestro alcance y lo vamos a conseguir", manifiesta el especialista. Ayer, el flamante presidente de la SER ofreció una conferencia en La Granda con el título "¿Quo vadis terapias biológicas?". Con su charla concluyó un curso dedicado a unos nuevos tratamientos que modifican la respuesta biológica del organismo.
-Las terapias biológicas han sufrido un avance espectacular en los últimos quince años.
-Ha habido avances y se prevén nuevos desarrollos en enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren o la esclerosis sistémica. La previsión es que haya nuevos fármacos en el mercado en los próximos años. La biotecnología está permitiendo desarrollar productos innovadores en cuanto a su capacidad de bloquear diferentes dianas terapéuticas o señalizar qué células deben ser atacadas por un fármaco.
-Entonces, ¿cuál es su pronóstico para el futuro?
-Se van a descubrir nuevas dianas terapéuticas de interés patogénico, es decir, en los mecanismos que producen la enfermedad. También surgirán nuevos agentes biológicos y de otros ámbitos y agentes químicos, como los inhibidores de la tirosina quinasa que también tienen un gran futuro. Creo que se descubrirán nuevas dianas terapéuticas y nuevos agentes para bloquearlas.
-¿Los nuevos tratamientos pueden llegar a curar las enfermedades reumáticas, principales beneficiadas de las terapias biológicas?
-No. Son tratamientos que controlan la enfermedad, no curativos. Los médicos, en realidad, no curamos prácticamente nada fuera de las enfermedades infecciosas. Lo que hacemos con las terapias biológicas es controlar la enfermedad de forma que nuestros pacientes puedan tener una vida plena sin limitaciones, pero teniendo que utilizar de forma continuada y a largo plazo estos fármacos. En resumen, las terapias biológicas no curan, controlan la enfermedad.
-¿Cómo ha cambiado el paciente aquejado de enfermedades reumáticas?
-Yo soy reumatólogo desde hace treinta años. Cuando salías entonces a la sala de espera veías a gente en silla de ruedas, a personas con collarines que tenían una complicación grave de la artritis reumatoide que es la luxación atlantoaxoidea... En fin, había gente discapacitada. Hoy, en nuestra sala de espera, nuestros pacientes son iguales que los de endocrinología, por poner un ejemplo. El control de estas enfermedades ha vivido una importante revolución.
-¿Qué le quita el sueño al presidente de la Sociedad Española de Reumatología?
-Me preocupa que el acceso a estos agentes tan eficaces no sea equitativo. Que en una comunidad autónoma A y en una B, e incluso dentro de una misma comunidad autónoma, los pacientes no tengan el mismo acceso a los fármacos biológicos por temas puramente económicos.
-Pero es optimista en cuanto a los tratamientos
-Así es. A los pacientes que acaban de ser diagnosticados de artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, artritis psoriásica o lupus hay que decirles que afortunadamente hoy contamos con un arsenal terapéutico muy poderoso, eficaz y seguro que les permitirá tener un desarrollo vital pleno.
-¿Qué mensaje le lanzaría a la administración?
-La mejor inversión que puede tener un estado es en calidad de vida para su población y en este sentido la sanidad debe ser una prioridad.
