Un devastador incendio calcinó ayer la vieja fábrica de hielo de la rula, que desde hace meses se encuentra en obras de desmontaje, e hizo saltar todas las alarmas por la intensa columna de humo que generó, visible desde distintos puntos de la comarca. La humareda obligó a cortar el tráfico en la avenida Conde de Guadalhorce y en las calles adyacentes. Los trabajos de extinción se prolongaron durante horas, si bien al cierre de esta edición el fuego estaba controlado. La Policía Nacional se hará cargo de la investigación para determinar las causas del incendio. Fuentes consultadas por este periódico ya apuntan a la posibilidad de que una chispa fuese la desencadenante de las llamas.

El fuego se generó en torno a las ocho de la tarde y la presencia en las proximidades de un depósito de amoníaco hizo temer por una explosión, si bien la Policía Portuaria confirmó rápidamente a las fuerzas de seguridad que el tanque se encontraba vacío desde hace meses. Al lugar, se desplazaron varias dotaciones de bomberos (hasta siete vehículos), patrullas de la Policía Nacional y de la Local y Policía Portuaria.

En torno a un centenar de personas se congregó en los alrededores del edificio siniestrado, inactivo desde hace un año, para seguir los trabajos de los bomberos. Entre ellos, se encontraban Javier Andrés, trabajador de un concesionario de coches situado frente a la vieja rula, y Benito García, que estaba en un bar de la zona cuando saltaron las alarmas. "Cuando vinimos había más humo que llamas, me dio la impresión de que los bomberos tardaron en llegar", señaló García.

En la fachada marítima de la antigua fábrica había dos barcos atracados -el "Siempre Ratonero" y el "Mar Gloria"- que, por seguridad, tuvieron que alejarse de la zona. Uno de ellos, el "Siempre Ratonero", estuvo cerca de ser engullido por una llamarada cuando se distanciaba. "Estábamos en tierra y, cuando llegamos a la nave, ya vimos que había mucho humo. Nos pusimos a trabajar para alejar el barco y, de repente, salió una llamarada que incluso alcanzó el casco", señaló un tripulante del barco que, con el fogonazo, sufrió una quemadura en el antebrazo. "Creo que cuando los bomberos abrieron las puertas para acceder al edificio entró aire y eso avivó la combustión", agregó. Ante el tamaño de las llamas, el remolcador "Pau Casals" realizó labores de apoyo en la extinción.

La vieja fábrica de hielo permanece inactiva desde junio de 2015, cuando entró en funcionamiento una nueva para dar servicio a la lonja. En los últimos meses se vienen realizando labores de desmantelamiento y achatarramiento del edificio ahora calcinado, cuyo solar estaba previsto destinar a fines pesqueros. En el interior del inmueble había principalmente restos de cajas y redes.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, acudieron a la zona para seguir las labores de extinción. El operativo también movilizó a la uvi móvil de Avilés y a varias ambulancias, ante la posibilidad de que hubiese intoxicados o por si fuese necesario atender a los bomberos. Según las fuentes consultadas, el espectacular incendió se saldó sin heridos.

En cuanto al origen del fuego, la teoría más plausible es que durante los trabajos de desmantelamiento de la vieja fábrica de hielo que se llevan a cabo desde hace unos cinco meses saltara una chispa que prendió en algún tipo de material combustible generando de inmediato llamas y humareda, según indicaron fuentes del entorno portuario. Sería, por tanto, un accidente relacionado con el uso de un soplete o herramienta de corte de metales lo que habría motivado el incendio, si bien será la investigación la que concluya el origen de las llamas.