"Hemos logrado que la gente no sólo venga a ver los conciertos, sino que participe en ellos y haya interacción entre el público y las bandas", destacó Daniel García "Allman", promotor musical, que alabó el éxito de la segunda edición del Festival Internacional de Música Negra "La Grapa". El evento abarrotó una plaza de Carlos Lobo que se vistió de gala y que apunta a repetirel éxito de afluencia en próximas ediciones del evento, que se afianza en el calendario festivo de la villa.

Esta cita contó por primera vez con un desfile por las calles del casco histórico a modo del colorido carnaval de Nueva Orleans. "El 'Mardi Grass Parade' ha sido un éxito. La gente lo ha acogido con mucho cariño y ha funcionado muy bien", señaló el promotor musical, que espera que este desfile inaugure "un evento que cada año esté ligado al propio Festival de Música Negra y que fomente la participación del público avilesino".

García confía en que la próxima edición "integre nuevos estilos y bandas que no han tenido cabida hasta ahora en el festival. Buscamos que todo el público pueda contar con algo que le guste". El "flashmob" promocional del evento fue, para la organización, "un buen arranque, llevado a cabo por personas de Avilés, que sirvió como un gancho para que el público de la ciudad se interesara por la cita".

El éxito de estas dos ediciones refleja un afianzamiento del festival que la propia organización buscará fortalecer en próximos años. "La ubicación del evento en Carlos Lobo ha funcionado, y ahora debe ser el Ayuntamiento el que decida sobre la siguiente localización. Nos adaptaremos, pero nuestra idea es que el evento crezca sobre la base que son estas dos ediciones", comentó "Allman".

La idea de crecimiento del festival también viene aparejada a los estilos musicales que desde la organización del certamen planean integrar en la cita. "Respecto a este tema, tenemos pensado incorporar entre otros 'reggae', 'afrobeat' y 'ska', siempre con una base 'soul' y 'funk', que son la marca de La Grapa", apuntó. La respuesta de la ciudad al evento quedó reflejada en los cientos de asistentes a los conciertos que abarrotaron la plaza de Carlos Lobo, donde los grupos musicales y el público se juntaron para inundar el casco histórico del ritmo de la mejor música negra.