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"El golpe en Turquía ralentiza su adhesión a la UE", dice el diplomático Pérez Giralda

"El reparto de refugiados se hizo de manera precipitada", afirma el canario

Aurelio Pérez Giralda, ayer, en el salón principal del chalé de La Granda. RICARDO SOLÍS

"La Unión Europea (UE) se encontró con una avalancha de emigrantes ilegales. Primero, intentó buscar una solución urgente y global de reparto, pero no fue posible porque los países tenían dificultades para organizar ese reparto. Al acuerdo con Turquía se llegó en esa situación de dificultad general, pero se consiguió parar lo más grave de la avalancha, por lo tanto, era una solución lógica". Quien así habla es el embajador Aurelio Pérez Giralda (La Laguna, Tenerife, 1946), que participó ayer en el sexto curso de La Granda, el que dirige su colega Servando de la Torre y que lleva por título: "Emigrantes y refugiados. Dos caras del gran problema humano de nuestro tiempo". Pérez Giralda se centró en su intervención en el análisis del acuerdo turco-europeo sobre los refugiados; no en vano, el diplomático -entre sus muchos destinos- fue cónsul general de España en Estambul.

Pérez Giralda calificó el acuerdo migratorio firmado por la UE y Turquía como "complejo y amplio". Destacó que el convenio recoge dos aspectos fundamentales: la reubicación de los migrantes y la ayuda económica para Turquía, Grecia, Jordania y Líbano. "Pero hay otra parte de acuerdo cuya consecución es más complicada porque son condicionantes. Por ejemplo, la aceleración de la adhesión de Turquía a la Unión Europea", destacó. "La adhesión no es automática: hay que negociar una serie de capítulos que presentan cada uno de ellos una serie de obstáculos de primer orden que tiene que ver con cosas como por ejemplo que Chipre veta alguna parte de la negociación hasta que no se solucione el problema del norte de la isla. Pasa lo mismo con los visados", apuntó el diplomático. "El golpe de Estado fue derrotado. Es evidente que algunas declaraciones de dirigentes turcos no son compatibles con la permanencia en la UE. Me refiero a la reinstauración de la pena de muerte", añadió. Para Pérez Giralda, "acelerar la adhesión es más difícil que antes del intento de golpe de Estado".

"El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, explicó, en suma, que la adhesión de Turquía es una cuestión a medio plazo: diez años", comentó Pérez Giralda. Admitió que el problema de Turquía es fundamental para el futuro de la UE. Su inclusión lo convertiría en el primer estado en número de habitantes. "La solicitud de entrada se produjo en 2004, aunque antes, en los sesenta, tuvo acuerdos de asociación. Tardaremos en verla", añadió.

"Turquía tiene instalados a dos millones de sirios dentro de su territorio y la capacidad de organizar todo eso es limitada. Como consecuencia de eso se produjo un reboso que fue el que salió hacia Europa", apuntó el embajador. "La solución del reparto de los refugiados se produjo de manera precipitada", admitió Pérez Giralda.

Respecto a la inclinación de Turquía del lado ruso el embajador aseguró: "No condicionará necesariamente las relaciones de Turquía con la UE. No creo que porque tenga buenas relaciones con Rusia eso le pueda condicionar los pasos dados para sumarse a la UE. Turquía ha tenido una política exterior destinada a no tener problema con ninguno de sus vecinos y por lo que veo en estos últimos tiempos lo que buscan ahora es recuperar esa política acercándose a Rusia, pero no sólo a Rusia, también a Israel, con el que acaban de reanudar las relaciones diplomáticas", explicó el embajador. "La idea es poder contribuir a solucionar la crisis de Siria. Si lo consiguen, desde luego, que sería un gran avance", destacó Pérez Giralda.

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