El consejo de administración de Nueva Rula de Avilés nombró hace ahora seis meses gerente de la sociedad a Alfredo Caunedo García. Suya es desde entonces la responsabilidad de mantener a flote una entidad que factura casi 40 millones de euros al año y sobre la que gravita el 75 por ciento de la actividad pesquera de la región.
-Cuando asumió el cargo de gerente de la rula hubo voces que criticaron que era un desconocido en el sector. ¿Quién es Alfredo Caunedo?
-Es un tipo que nació en 1973 en Oviedo y que unos años después, en 1977, llegó a la comarca de Avilés, a Illas concretamente. Estudié en la Universidad de Oviedo, donde me licencié en Administración y Dirección de Empresas y en el año 2008 estuve en Barcelona haciendo un máster en Dirección Económica Financiera por la ESADE Business School. Allí, en Barcelona, estuve 16 años. Ya sabe, como decía Areces, es una "leyenda urbana" la huida de Asturias de los jóvenes preparados. A la Nueva Rula de Avilés llegué hace aproximadamente medio año y el aprendizaje es bueno: esto es otra empresa con otra especialidad. Es muy importante la proximidad que hay con el proveedor que son los barcos y los clientes, que son los compradores. No tengo queja.
-Entonces ha ganado experiencia.
-Creo que las cosas están funcionando bien. Nombrar a alguien que no tiene experiencia en un sector tiene siempre una parte negativa y otra positiva. La negativa es la falta de conocimiento de cosas específicas y la positiva es que esa persona puede aportar conocimientos de otros sectores que pueden resultar beneficiosos. En mi caso, conozco también bastante bien el sector de alimentación, tuve experiencias previas. Ahora estoy muy cómodo aquí en Avilés, en mi casa, y en esta empresa tan importante para la ciudad.
-¿En qué medida lastra a la rula tener que hacer frente a la devolución del préstamo solicitado para pagar la sanción de Hacienda por las ilegalidades detectadas en años pasados?
-Es algo que podemos afrontar sin problemas, nada grave.
-La rula lleva ahora las cuentas "por el libro", o eso asegura al menos el presidente. ¿Resulta esto una desventaja competitiva respecto a otras lonjas más permisivas?
-Fue una desventaja mientras las otras rulas no lo hacían como nosotros. Ahora, todos trabajamos por el libro porque Hacienda es implacable. Así, pues, ahora ya estamos todos iguales y, por lo tanto, no hay ninguna ventaja competitiva.
-¿Qué explicación tiene el descenso de descargas de pescado de los primeros meses del año?
-Es un tema de especies marinas simplemente. La disminución de descargas se produjo, sobre todo, en enero y febrero; y coincidió con unas semanas de mal tiempo que impidieron la salida de barcos. Lo que estamos apreciando ahora es una disminución en la pesquería de merluza, la especie más importante que se descarga aquí en Avilés. Y no sabemos a ciencia cierta por qué ocurre esto. El comportamiento de la mar es difícil de conocer por este tipo de factores. Si cambia dos grados la temperatura de la mar en tal sitio ya cambia el viaje de muchas especies.
-¿Cómo va la costera del bonito? ¿Hay buenas sensaciones este año?
-Está yendo bien. El precio está siendo bueno aunque el número de capturas es ligeramente inferior al registrado el año pasado. Respecto a otras especies hay poca sardina y bocarte hubo bastante durante unos días, pero ahora estamos pendientes de que vuelva a pasar por aquí.
-La rula planeó en su momento implantar la venta "on line" de pescado. ¿Esta idea sigue en sus planes o está descartada?
-La venta "on line" está aparcada porque no se le ve mucho futuro de momento. Lo que sí estamos haciendo es un proyecto de categorización mecánica del pescado que es muy interesante, pero muy difícil.
-¿En qué consiste?
-Esto será posible gracias a la aplicación de sensores y técnicas de inteligencia artificial que nos permitirán saber si la merluza que se rula en Avilés es fresca, muy fresca o tiene unos días. Esto es importantísimo para el comprador, que va a saber exactamente cómo está el pescado en el momento de la compra. Este proyecto es de Fedepesca (Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Productos Pesqueros) y el laboratorio AZTI.
-¿Para cuándo estará en marcha?
-Este año realizaremos pruebas, no hay fecha para ponerlo en marcha.
-Ha tenido contactos con armadores asturianos que en su momento decidieron ir a vender a Galicia para que retornen a casa. ¿Con qué resultado?
-Espero que regresen a Avilés. De momento estamos comentándoles qué hay aquí y cómo funcionamos a ver si es posible su regreso. Estamos hablando de seis barcos de aquí que están vendiendo en Galicia. Esta es una historia larga y difícil, pero espero que regresen a casa.
-Habitualmente el sector se queja de las malas perspectivas de futuro. ¿Realmente está tan tocado el sector?
-Las perspectivas de futuro no son buenas y prueba de ello es que estamos pagando para que se desguacen barcos. Nosotros lo que esperamos en mantener el negocio en las mismas cifras, ampliarlas sería un logro importante.
-¿Mantendrá Avilés durante mucho tiempo la "capitalidad" pesquera de Asturias?
-Es algo por lo que voy a luchar. Sin ninguna duda.
-Hace unos días la antigua fábrica de hielo fue pasto de las llamas. ¿Qué se va a hacer con el edificio?
-Así fue. Llevaban dos meses desmontando el interior del equipamiento para chatarra y esta semana (por la que acaba de finalizar) debían terminar las labores para entregar el edificio a la Autoridad Portuaria, que procedería su cierre. Ahora, el edificio se va a demoler.
-¿Y qué futuro le espera al solar resultante?
-Estamos analizando la posibilidad de hacer ahí un punto limpio que necesitamos, pero no hay nada fijo todavía.
