La patronal del metal urge un pacto con el Principado y los sindicatos para buscar solución a uno de los grandes problemas que afronta esta industria: la falta de personal cualificado, principalmente caldereros y soldadores. El empresario Daniel Alonso, fundador del grupo empresarial avilesino del mismo nombre y que emplea a más de 2.000 trabajadores, se erigió ayer en portavoz de la patronal en el chalé de La Granda, donde disertó sobre formación empresarial junto al director general de Idesa, Víctor Martínez. "Necesitamos personal cualificado, especialmente oficiales, para competir en el mundo. De una vez por todas tenemos que sentarnos empresarios, comités de empresa, Principado y Universidad para encontrar una solución", apuntó el industrial avilesino, que recibirá el viernes en el mismo escenario la medalla de oro de la Asociación Cursos de La Granda.

La formación dual, llamada a formar a los aprendices del siglo XXI, no está cubriendo las necesidades laborales del empresariado. "No se trata de formar aprendices, ahora en vez de limas hay máquinas y hay que saber manejarla, e incluso hacerla, para mejorar la producción. Ahora te llegan trabajadores a los talleres con casi treinta años, con una edad muy avanzada, y con tres días de trabajo, cuando la formación lleva muchas horas. La carrera de calderero conlleva tres o cuatro años de preparación, tan larga como cualquier carrera media. Es tan importante un calderero como un ingeniero", aseveró Alonso, que ve en esta carencia de cualificación un lastre para la industria del metal en la región. El veterano empresario defiende una formación básica en las aulas y mucha horas de trabajo en la empresa. "Esto lo tenemos que solucionar con acuerdos, pero no puede ganar lo mismo un trabajador en formación que un oficial de primera", advirtió.

El director general de Idesa incidió en que "el ritmo con el que penetra la formación dual en la profesional en España es muy lento". "En 2015, sólo el 3% de los titulados optó por la formación ducal. En Alemania dos terceras partes eligen esa modalidad (allí sólo se da un día a la semana clase teórica, los cuatro días restantes son en la empresa)", aseveró. Según los datos que aportó, "en los últimos siete años se ha producido un incremento notable del número de matriculados en formación profesional en España (de 462.000 en el curso 2007-2008, a 793.000 en el 2014-2015", una tendencia que se debe al retorno a la educación de personal sin cualificación que se quedó sin empleo durante los años de la crisis. En España, además, se da una "imagen distorsionada de la formación profesional", a juicio de Martínez. "En España eligen esta opción el 35% de los alumnos. Estamos a 23 puntos de distancia de la Unión Europea, donde el porcentaje es del 58%. Otro handicap que nos encontramos es que los que nos llegan tienen una formación práctica muy pobre", concluyó. Fidel García, catedrático de Lengua y Literatura, puso como ejemplo Suiza, donde "los ciclos formativos se diseñan en función de la demanda y de los nichos de mercado".

Víctor Martínez realizó un repaso de las empresas que conforman el grupo Daniel Alonso: Danima, Dacero, Tadarsa, Idesa y Windar. Esta última trabaja en la puesta en marcha, en 2017, de un nuevo centro de producción en México, en alianza con Gamesa. Windar ha doblado su producción en cuatro años y en los últimos seis ha suplicado su cifra de negocio, que supera los 280 millones.