Los guías que hacen posibles conocer los entresijos del castillo de Gauzón atendieron ayer a los primeros visitantes de la campaña, que se desarrollará hasta noviembre de forma gratuita, después de que el miércoles se viesen obligados a cancelar las actividades de la tarde a causa de la lluvia.

Los más ruidosos de la visita fueron los once niños apuntados a los talleres de ambientación vikinga del centro de interpretación del castillo, que terminará esta mañana con la recreación de un asalto a la fortaleza y un banquete de época. Turia Stasia, de nueve años, presumió de conocer a la perfección los entornos del edificio medieval. "Hemos estado aquí mil veces ya, llevamos toda la semana aprendiendo la historia del castillo con diferentes juegos", explicó, mientras señalaba unos cantos rodados con dibujos de runas. "Si las lanzas al suelo, te dicen tu futuro. Una runa le dijo a uno de los niños que de mayor iba a ser millonario", aseguró.

El grupo del taller infantil acompañó al único visitante apuntado a la visita de la mañana de ayer, Francisco Blázquez. El jubilado, de 74 años, no se ha perdido ningún año las visitas guiadas al castillo. "Llevo viniendo puntual desde que se realizó la primera campaña y cada año encuentro alguna cosa nueva", aseguró.

María Edita García, una de las guías de la ruta, aseguró que el castillo de Gauzón "data del siglo VII, aunque su época de esplendor se produjo un siglo después con la monarquía asturiana de Alfonso III". La visita realiza un total de ocho paradas en el paseo de ronda de los militares, la muralla, las estancias reales o el aljibe descubierto el año pasado, entre otros, y permite observar en tiempo real la labor de los arqueólogos en la zona.