Contrató los servicios de una agencia de contactos para conseguir esposa y ahora se querella contra la empresa por no conseguirle una cita en un año. El avilesino Gonzalo José García López, que padece una discapacidad física del 89% y que reside en Oviedo, sostiene que ha sido víctima de una estafa tras pagar 900 euros por un encuentro con una mujer que nunca llegó. El hombre recurrió a una empresa especializada en busca de una relación estable y la firma le prometió pareja en el plazo de un año. Transcurrido este tiempo, el hombre ha decidido denunciar la situación ante los tribunales. "Ha sido una tomadura de pelo muy gorda. He decidido denunciar para que otras personas no pasen por lo mismo que yo", argumenta.

El denunciante sufrió un accidente de tráfico en 2009 que le ha dejado como secuela una discapacidad del 89%. García López, de 42 años, rompió en 2012 la relación de pareja que mantenía desde hacía veinte años y se mudó con sus padres a Oviedo, con el objetivo de empezar de cero. "Dadas sus dificultades físicas y sus deseos de conocer una mujer y entablar una relación estable, decidió acudir a una agencia matrimonial que le facilitase contactos con mujeres de forma segura y con un mínimo de seriedad y consideración", explicó su representante legal, el letrado Carlos Villar.

Así, el avilesino acudió a una agencia cántabra con oficina en Oviedo, donde le aseguraron que su búsqueda acabaría en éxito, siempre según la versión del querellante. Gonzalo García sostiene que el 17 de julio de 2015 firmó un contrato por un año de duración y previo pago de 900 euros, un tiempo "más que suficiente para encontrarle una esposa".

El denunciante, ilusionado ante las citas que creía se avecinaban, incluso llegó a alquilar un apartamento y abandonó la casa de sus padres. No tuvo noticias de la empresa hasta octubre de 2015, cuatro meses después de firmar el contrato. "Recibió una llamada de la responsable de la oficina de Santander, que le propuso conocer a una chica llamada Sandra, con la que comenzó a intercambiarse mensajes de WhatsApp sin llegar a conocerla físicamente", explicó el letrado Carlos Villar.

El avilesino llegó a conversar con la directora general de la agencia, a la que también va dirigida la querella. Según su relato, tanto en la oficina de Oviedo como en la de Santander le insistieron en que su caso era "muy difícil", y que a su minusvalía se unía el hecho de que "exigía una nivel muy alto de mujer". Aún así, en la compañía le insistían en que "pronto aparecería una mujer", prosigue la denuncia.

"El hecho es que tal mujer nunca apareció, sino que a lo largo de un año no hubo ninguna cita, tan sólo un intercambio de mensajes y la venta de falsas esperanzas a cambio de dinero, algo que a todas luces constituye una estafa", sostiene el representante legal del querellante. "En cuanto tienen tu dinero, pasan de ti", concluyó el damnificado.