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La crisis de la principal institución musical de Avilés

El fallido relevo en el Conservatorio obliga al nuevo director a despachar en la calle

La edil de Cultura manda levantar acta del atrincheramiento de Raquel García, que aduce deficiencias administrativas en el proceso sucesorio

Carlos Galán. RICARDO SOLÍS

Estrambótico, esperpéntico, indignante, penoso... Con estos y otros adjetivos parecidos definen los protagonistas del culebrón en que se ha convertido el proceso sucesorio en la dirección del Conservatorio Julián Orbón de Avilés los acontecimientos vividos ayer en la sede de la institución: desde ver al nuevo director, Carlos Galán, despachando en la calle móvil en ristre por falta de local donde ejercer su trabajo, a la segunda negativa en menos de 24 horas de la directora destituida, Raquel García, a abandonar el despacho, realizar la obligada transmisión de poderes y acatar su nuevo papel de subordinada.

A la vista del enconamiento de la crisis, la responsable política del Conservatorio, la concejala y presidenta de la Fundación Municipal de Cultura Yolanda Alonso, se hacía cruces; ella fue una de las que habló de "lamentable esperpento". Pero, más allá de las declaraciones, Alonso también pasó a la acción; en concreto, encargó a un funcionario municipal que levantara acta de lo acontecido y tomara declaraciones a testigos "por lo que pueda pasar en el futuro".

El atrincheramiento de Raquel García Díez en el despacho del Conservatorio y su negativa a dejar de ejercer las funciones de directora tiene, bajo su punto de vista, un sólido fundamento administrativo: entiende que no ha recibido la resolución de destitución por cauce oficial y, del mismo modo, considera que el pretendido secretario de la nueva directiva -la que ha elegido Carlos Galán una vez que las integrantes de la anterior le negaron su apoyo para la transición- carece de legitimidad para el cargo al no constar su nombramiento oficial en papel alguno (al menos, así era ayer a mediodía).

Tras el fallido intento del jueves para relevar a Raquel García Díez -relatado ayer en estas páginas-, el nuevo director del Conservatorio y los profesores Antonio Díez y Marcos Malnero (los elegidos por Galán para asumir las funciones de jefe de estudios y secretario) acudieron ayer al despacho de García con la intención de hacer la transición directiva. Fue entonces cuando Raquel García les hizo ver que la ausencia de nombramiento formal invalidaba la pretendida autoridad del secretario (Marcos Malnero) para dar fe del acto. Dicho nombramiento se produjo horas más tarde vía resolución municipal, de modo que el próximo lunes habrá un nuevo intento de relevar a Raquel García, quien ajena a la tormenta que alimenta su actitud sigue ejerciendo las veces de directora y negando el mando a su sucesor.

Carlos Galán, entre confuso y asombrado por los acontecimientos, aún carece de despacho en el Julián Orbón pese a ser el director de la institución y en algunos momentos de la mañana de ayer alternó el uso de aulas vacías para hacer su trabajo con la calle y la terraza de una cafetería cercana al Conservatorio. "Esto es como el jazz, pura improvisación", comentó un profesor del centro musical para resumir las escenas vividas ayer.

Según pudo saber ayer este periódico en medios municipales, fueron hasta cinco los intentos habidos para notificar a Raquel García su destitución, que se produce en cumplimiento de la sentencia que declaró nulo su nombramiento, realizado el pasado mandato y luego recurrido por el profesor Enrique García Franco. De esos cinco intentos, uno fue verbal, otro por correo electrónico, dos fracasaron por no hallarse la notificada ni en su despacho ni en su domicilio y el quinto, efectuado por la empresa que tiene contratada el Ayuntamiento para esa misión mereció reparos de tipo administrativo de Raquel García, que rechazó firmar el boletín de entrega. No obstante, la concejala de Cultura hizo ver que la destitución es "firme" y recriminó a la destituida su pertinaz enfrentamiento "a la superioridad jerárquica", tanto la suya propia (de orden político) como la del nuevo director (en el ámbito docente).

La llegada del fin de semana da una tregua en este conflicto cada vez más enconado; el lunes se escribirá otro capítulo. Para ese día está anunciado un nuevo intento de proceder al relevo directivo de Raquel García; por si fracasa la vía "amistosa", el área de Cultura prepara un plan "B": apertura de expediente disciplinario.

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