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Alejandra Moreno: "El amor no tiene por qué ser romántico"

La profesora universitaria previene contra programas tipo "Granjero busca esposa" en los que las mujeres "son objetos"

Alejandra Moreno, que es profesora de la Universidad de Oviedo, animó ayer a las componentes del Club de Lectura "Una habitación propia" de Avilés a "deconstruir el amor romántico en la literatura". Moreno fue la encargada de abrir el trimestre con una vivisección de la novela clásica "La mujer comestible", de la escritora canadiense Margaret Atwood. "Desde un punto de vista feminista vemos que actualmente existe un retroceso sobre el papel de las mujeres como sujeto activo en la sociedad y esto es así porque se considera que hemos llegado a la igualdad y que ya está, pero a la vez salen programas como 'Granjero busca esposa' y las mujeres vuelven a ser objetos", se lamentó la profesora.

"El amor romántico es un retroceso porque se construye a partir de clichés, el principal de ellos es que corresponde a una pareja heterosexual", subrayó la profesora. "Las formas de querer son más variadas", apuntó. La elección de "La mujer comestible" va en esa línea. Se trata de un libro que se publicó en 1969 y que, según el criterio de Moreno, rompe con los clichés establecidos, que son, sin embargo, los que aceptan las mujeres mayoritariamente. "Las mujeres somos las lectoras predilectas de la literatura romántica", subraya. ¿Y eso por qué? "Respondemos con una idea construida: el amor tiene que ser romántico y si no, no es. Lo que pretendemos quienes formamos parte del grupo de investigación que dirige Socorro Suárez Lafuente es lograr deconstruir esa idea, romper con los clichés... El amor no puede responder a unas normas, pese a lo que en un principio se pueda imaginar", apuntó la profesora, que presentó una tesis doctoral basada en un estudio previo de los trastornos alimenticios. "Por eso es interesante 'La mujer comestible'", apunta. "Contra esto reaccionamos: no somos mujeres histéricas", apuntó la profesora.

El grupo de Suárez Lafuente se ha planteado cuatro objetivos. El primero de ellos es "favorecer el empoderamiento individual de las personas", es decir, los hombres y las mujeres son las que toman decisiones sobre su propia vida y no los clichés a los que están sujetos. Por esta razón también pretenden "facilitar el acceso a la libertad de acción y opinión, fomentar los buenos tratos y promover valores de ciudadanía igualitaria".

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