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Un corverano en la cresta de la ola

El arquitecto técnico Bernardo Rodríguez Cánovas, vecino "ejemplar" de su concejo, brilla también en Corea como taekwondista

El corverano Bernardo Rodríguez Cánovas y su maestro, Kee-Seo, en el podio del campeonato internacional celebrado en Corea del Sur.

El corverano Bernardo Rodríguez Cánovas es aparejador, capitán de yate y piloto aéreo y, desde el pasado 23 de julio, campeón internacional de taekwondo en la categoría Master 3 -entre 55 y 65 años-. Y esto, a Rodríguez Cánovas, le satisface de una manera subrayada. "Participamos representantes de 18 países", destaca uno de los "Corveranos ejemplares" de este año. "Ganar supuso para mí el cénit. Fue la compensación a tanto tiempo de esfuerzos", confesó el arquitecto técnico, que inició su carrera laboral en la empresa Concasa.

Rodríguez Cánovas participó este verano en el Chosun University International Poomsae Taekwondo Championship, en Corea del Sur. La competición comenzó el 19 de julio y el día 23 el corverano ya estaba en lo más alto del podio. "Fue extraordinario. Estaba en un momento óptimo y me habían salido muy bien las cosas", sentenció Rodríguez Cánovas.

La modalidad en la que el asturiano se llevó la medalla de oro fue de "poomsae", que son combinaciones de técnicas de patadas y puñetazos, coreografías de combates ficticios basadas en una tradición deportiva con miles de años. "Teníamos a seis jueces que nos rodeaban. Hay que hacer tres ejercicios. Lo que miden los árbitros son el estilo, el movimiento, la concentración, el equilibrio... La suma de puntos en cada de uno de los ejercicios es lo que determina el triunfo", destacó el corverano.

Rodríguez Cánovas se inició en el deporte del taekwondo hace, al menos, quince años. Es alumno de Kee-Seo, que es maestro de innumerables deportistas avilesinos. "Estuvo acompañándome durante la competición", destacó el corverano.

Antes de todo esto, el arquitecto técnico corverano había recibido en Barcelona la Gran Cruz del Mérito Humanitario, que otorga la Institución del Mérito Humanitario, una distinción que certifica las grandes trayectorias personales y profesionales. Y es natural: el director de obra de dos de los Gauzones de Salinas se había hecho merecedor de ella por la labor social que ha desarrollado a lo largo de su carrera.

Un hombre de carrera completa: en lo profesional, en lo humanitario y también en lo deportivo. Un señor nacido en Nubledo que acapara distinciones.

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