El jueves fue día de precipitaciones torrenciales y ayer de diluvio de protestas. Comerciantes y vecinos de Llano Ponte comenzaron a cuantificar los daños derivados de las inundaciones visiblemente indignados por una situación que se está convirtiendo en habitual. "Vamos a inundación por año", coinciden todos los consultados. "¿Cada vez que llueva de forma abundante y coincida con pleamar, tendremos que sacar calderos de agua de nuestros negocios?", plantean. Pese a que en el Ayuntamiento aseguran que el sistema de saneamiento funciona correctamente, en Llano Ponte todos coinciden en que desde que se reurbanizó la calle las inundaciones se suceden cada año. "Llevo cuarenta años aquí y esto nunca lo vi", sentenció Valentín Cuena Cuervo.

La del viernes fue una madrugada en vela para Julio Carreras. En los garajes de su edificio, el agua llegó a alcanzar el medio metro. A media mañana seguía enfrascado en las tareas de limpieza: "Aquí estuve hasta las seis de la mañana con los bomberos y aquí estoy otra vez".

El fotógrafo Javier Granda tiene su estudio completamente destrozado. "Llovió mucho y coincidió con marea viva, sí, pero desde que hicieron la obra en la calle llevo tres inundaciones. La primera libramos, sacamos el agua como pudimos, pero esta vez tengo todo destrozado: cuatro ordenadores, el equipo, hasta el suelo... Así no se puede vivir", aseveró.

Los comerciantes recibieron ayer la visita de concejales de Somos y del concejal de Comercio, Manuel Campa, pero no había consuelo para ellos. "Tienen que tomar medidas, esto no puede seguir pasando", pidió al edil Nuria María Viña, que cifra en unos 27.000 euros los daños que las inundaciones provocaron en su peluquería. "El agua salía por el váter, por las lavadoras.... Los zapatos de las clientas acabaron flotando, las puertas (de madera) las había cambiado hace tres meses. Estoy disgustadísima, no sé hasta donde me lo va a cubrir el seguro", señaló con el llanto contenido.

En la farmacia de Silvia López Alaiz, donde intentaron retener el agua hasta con pañales, han perdido medicamentos (entre otros muchos daños); en el bazar de Xin Jan Liang no paran de salir cajas con material irrecuperable; en la librería de Pedro Menéndez se han perdido prácticamente todos los libros que estaban en las baldas inferiores de las estanterías... Y suma y sigue en prácticamente toda la calle. "Mareas altas y lluvias intensas lleva habiendo toda la vida, esto es un problema patente. He visto fotos antiguas de muchas zonas de Avilés inundadas (en la Cámara, Sabugo...), pero si alguien tiene alguna de Llano Ponte, que me la traiga. Ahora está muy bonita, pero se nos inunda", protestó Menéndez.

La mayoría de los establecimientos retomaron ayer la actividad en la calle Llano Ponte, que amaneció despejada tras una madrugada de intensos trabajos de limpieza. En el establecimiento de patchwork de las hermanas Camino y Cristina González colgaba el cartel "Cerrado por avería". Una de ellas llegó a colarse el jueves por una de las alcantarillas reventadas. "Hasta el suelo se está levantando", lamentaban ayer tras una noche en vela.