La deuda del Ayuntamiento de Gozón no es un asunto baladí, de hecho es una de las mayores de Asturias. Supera con creces su presupuesto anual y salvo un milagro, tardará años en corregirse. Según los cálculos del gobierno del PSOE, la deuda alcanza los 15.068.139,9 euros, lo que supone algo menos de 3,5 millones más que las cuentas aprobadas en 2016, que fueron de 11,6 millones de euros. Con estos datos económicos encima de la mesa, a cada vecino de Gozón le correspondería pagar 1.276 euros para que la deuda quedara a cero en el caso hipotético de que esos impagos se realizaran a través de una cuestación vecinal. Estas cantidades son muy superiores a las de otros concejos asturianos.
El alcalde, Jorge Suárez, echó mano de la calculadora para fijar las cantidades impagadas por el Ayuntamiento. El regidor cifra en 2,5 millones de euros el importe a pagar a los expropiados de Balbín. Además el gobierno ya dispuso 200.000 euros en las cuentas municipales para abonar gastos relacionados con esta operación. "Esos 200.000 euros se emplearán en pagar los terrenos de dos propietarios que no recurrieron la decisión del tribunal de expropiación", explicó Suárez. Esa cifra proviene de calcular que cada metro cuadrado de los terrenos expropiados para construir la zona deportiva sean vendidos definitivamente a 36 euros por metro cuadrado. En el caso de que esa cantidad se incremente, lógicamente, la deuda municipal aumentará.
A esas cantidad hay que sumar los 3,9 millones de euros que reclama la empresa adjudicataria del agua, Aquagest. La cifra que pide Aquagest será auditada por la Sindicatura de cuentas a petición del gobierno, que desea liquidar a finales de año el contrato con la empresa . La deuda se completa con otros 8.668.139 euros, que son pagos pendientes con los bancos.
"A 1 de enero de 2015, teniendo en cuenta que 2014 fue el último presupuesto que ejecutó en su totalidad el PP, la deuda ascendía a 16, 5 millones", subrayó el Alcalde. Para ese cálculo se tienen en cuenta las mismas variables: el pago por las expropiaciones de Balbín y Aquagest.
La reducción de este importe que supondría una deuda por habitante de 1.400 euros "conllevó sudor y lágrimas", según palabras de Suárez, que consiguió que 2015 finalizara con un remanente positivo tras once años siendo negativo. Pese a esta situación, Suárez subrayó que el Ayuntamiento "no está en quiebra", pero reconoce que la situación es delicada. "Lo que más asfixia actualmente al Ayuntamiento es abonar los 7,1 millones de euros del plan de proveedores ya que tenemos que aportar 260.000 euros cada trimestre, lo que nos limita, lógicamente, la capacidad de inversión", abundó el regidor gozoniego, que afronta la escasa capacidad económica municipal con cierto optimismo: "Salir, saldremos de esta situación pero con sufrimiento y mientras vayamos aligerando la deuda, iremos respirando", expresó el regidor socialista.
Los 7,1 millones de euros -que forman parte de una deuda de 8,6 millones con entidades financieras- comenzaron a abonarse el pasado 1 de septiembre para amortizar el crédito solicitado en 2012 para hacer frente a esos impagos. Lo que se le escapa a Jorge Suárez es el paradero de "millones de euros procedentes de la operación urbanística de La Vallina, los planes A y E, y eso sin contar las inversiones autonómicas durante los años de gobierno del PP como el puerto".
El alcalde aprovechó la ocasión para establecer una comparativa y una evolución de la deuda municipal desde 2003 hasta 2015. En 2003, con el PP en el gobierno, la deuda era de 4,4 millones y poco a poco fue reduciéndose hasta llegar a los 3,1 millones al cierre del ejercicio de 2005. Desde esa fecha, comenzó a aumentar hasta 2011, que llegó a alcanzar 13,1 millones de euros. Ese año el PP perdió la mayoría absoluta que había conseguido cuatro años antes en las urnas.
"El crédito que tenemos que pagar por el plan de proveedores fue generado entre 2008 y 2011, que coincide con la mayoría absoluta del PP. En 2009 la deuda era de 13 millones y prorrogaron el presupuesto durante los dos años siguientes", indicó el regidor gozoniego, que cree que el desfase económico del Ayuntamiento de Gozón generado en años anteriores se debió a varios motivos como, por ejemplo, "la no planificación de las privatizaciones y la ausencia de un control financiero capaz de analizar la pérdida de ingresos vinculados al urbanismo".
