Elena García Becerril, apoderada de Cartera de Inversiones Melca En Liquidación, entre otras empresas fundadas por su padre, José Luis García Arias, se presentó ayer pasadas las 14.30 horas en la casa Pedregal. Estuvo acompañada de un cerrajero y también de un fotógrafo. El primero rompió la cadena, pero no pudieron acceder a los históricos jardines. El industrial José Luis García Arias, que reside en el palacete, no les permitió el paso. Llamó a la Policía Nacional para denunciar una presunta intrusión en su propiedad. Hasta cuatro coches patrulla se trasladaron a la calle José Manuel Pedregal. Tres agentes quedaron en la puerta de la vivienda -junto a Elena García Becerril, el fotógrafo y el cerrajero - y otros dos más accedieron a la casa en compañía de García Arias. Tras algo menos de media hora, los policías salieron del palacete y García Becerril se marchó a pie después de despedirse de las personas que la habían acompañado a la antigua sede social de la corporación industrial Melca y actual residencia de su padre.

Este es el último episodio de un engorroso conflicto empresarial suscitado entre los propietarios de una corporación industrial que da empleo a 150 personas y que -en julio- contaba con un capital neto de 100 millones de euros. Esta disputa estalló cuando en mayo pasado, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA, la propia García Becerril, su hermano Daniel y la madre de ambos -Isabel Becerril- se aliaron para derrocar al fundador de un "holding" con intereses en la industria auxiliar, la construcción, la sanidad e, incluso, la farmacia.

"Pretendían entrar en mi casa para hacer fotografías de todo lo que contiene para hacer un inventario. Les dije que no iban a pasar, que podían hacerlo si me enseñaban una orden judicial, pero no la tenían", recalcó Arias. El empresario explicó que firmó un contrato de alquiler con una filial de la empresa de la que es apoderada ahora su hija Elena. "Vivo aquí y tengo acceso a todos los lugares comunes del complejo. Además, puedo beneficiarme de los servicios de la casa: teléfono, calefacción... Lo que pasa es que hace unas semanas me cortaron el teléfono", aseguró el empresario que llegó a la vicepresidencia del gigante Duro Felguera.

"Esta de ahora ha sido la tercera vez que intentan entrar en la casa sin mi permiso. El jueves pasado trataron de entrar en dos ocasiones. Vinieron Elena García, dos abogadas, un guardia jurado y una notaria", explicó Arias. "Las tres veces, además se plantaron aquí cuando yo no estaba en casa. Y lo sabían porque desde hace veintitantos días me andan siguiendo y fotografiando cada paso que doy y cada persona con la que me reúno", añadió el empresario con indignación. "A esto se llama acoso", recalcó García Arias, que está pensando denunciar el presunto intento de intrusión.

El Registro Mercantil publicó el pasado 4 de agosto el nombramiento de Daniel García como liquidador de un conjunto de una docena de empresas que su padre comenzó a levantar hace más de cuarenta años.¡ Aquel día fue cuando la nueva mayoría empezó a tomar decisiones en la corporación: cambió el domicilio de la sede social y la vació de papeles y ordenadores. La casa Pedregal hasta entonces había sido el centro de trabajo de los cinco empleados de la empresa matriz. Se da la circunstancia de que también es la residencia del empresario.

García Arias y su hijo Miguel García se quedaron en minoría en mayo pasado -se había convocado una Junta de Accionistas en la que se iban a repartir 2,79 millones de euros-. La reunión de propietarios terminó cuando Elena García tomó la palabra y propuso la defenestración del empresario que había fundado la compañía. Esta se consumó entonces, pero no pudieron quitar el apoderamiento a Miguel García. Isabel Becerril -actual administradora del Hotel Villa de Avilés- pidió al juez que recortara los poderes de su hijo en lo que se refiere a los movimientos de capital. Esta petición fue aprobada y fue el capítulo previo de una nueva junta de accionistas en la que se decidió liquidar el Grupo Melca.