El Conservatorio Julián Orbón de Avilés inicia esta tarde el curso escolar. Después de varios meses en los que la institución estuvo más de actualidad por problemas burocráticos, disensiones internas y cambios en la directiva a golpe de sentencia judicial, ha llegado el momento de que los nuevos responsables del Julián Orbón retomen la senda de la normalidad. Y lo hacen con buenas cifras de matrícula, ya que, tal y como explicó el director, Carlos Galán, en el primer curso no queda ninguna plaza vacante.

Los 31 nuevos alumnos que han formalizado su matrícula hacen que el número total de estudiantes del conservatorio para este curso sea de 240. "Estuvimos matriculando hasta el lunes a las personas que estaban en la lista de espera", afirmó Carlos Galán. Y el inicio de las clases se realiza, pese al trabajo a marchas forzadas, en la misma fecha que el año pasado.

El Conservatorio Julián Orbón de Avilés imparte diez cursos, de nivel elemental y profesional. Pero además, la directiva trabaja para plasmar diferentes proyectos y actividades al margen de la docencia. Todo ello quedará recogido en la programación general anual, que el Julián Orbón tiene que presentar antes del 15 de octubre. "Queremos mantener las actividades de conciertos y hacer alguna aportación nueva", explicó Carlos Galán.

Así las cosas, la armonía regresa a la institución docente, aunque aún quedan algunos cabos sueltos en vía judicial. Y es que existe una reclamación por parte de la anterior directora, que recurrió la sentencia que determinaba incorrecto el proceso seguido para su nombramiento. La concejala de Educación, Yolanda Alonso, decidió elegir al nuevo director de forma provisional -un funcionario, tal y como recoge la sentencia ya mencionada-, en tanto no se aclare el recorrido judicial de la reclamación. Los grupos de la oposición piden que, en cuanto se pueda, se convoque un concurso para proveer definitivamente esta plaza.

De los responsables del Conservatorio depende también que se vayan limando las asperezas que saltaron en esta última etapa y que dejaron la docencia en un segundo plano.