El tenso momento vivido el pasado sábado en una de las puertas de acceso a la Quinta Pedregal, sede de varias de las sociedades del Grupo Melca, cuando Elena García Becerril (hija del fundador del holding, José Luis García Arias, y apoderada de Cartera de Inversiones Melca en Liquidación, entre otras empresas fundadas por su padre) trató de acceder al inmueble con ayuda de un cerrajero para proceder a hacer el inventario de los bienes que guarda el caserón y el industrial detuvo la operación previa llamada a la policía tendrá su continuidad en los tribunales, que es a donde los actuales gestores del Grupo Melca tienen previsto acudir para dirimir su derecho a acceder a la finca al objeto de hacer inventario de su contenido. "Si no hay otro remedio (en referencia a un improbable cambio de actitud por parte de José Luis García Arias), Melca acudirá a los tribunales para recuperar el acceso (a la Quinta Pedregal)", afirmó una fuente cercana a los gestores del conglomerado empresarial.

A juicio de los sucesores de García Arias en el control del Grupo Melca, la negativa del fundador a permitir el acceso a la Casa Pedregal de la comisión formada para hacer el inventario "se enmarca en su estrategia de dificultar lo más posible el normal funcionamiento del grupo, lo que no deja de ser una actitud destructiva, difícil de comprender". Y es que, según las mismas fuentes, "la Quinta Pedregal es propiedad de la sociedad Servicios Inmobiliarios Avilés, cuya administradora única es Elena García Becerril, y en ella está el domicilio social de varias empresas del Grupo Melca". Es decir, que José Luis García Arias estaría obstaculizando el acceso de los nuevos gestores a unas dependencias que se entienden importantes para el normal desenvolvimiento del grupo, ahora en proceso de liquidación. Con anterioridad a este nuevo encontronazo, allá por agosto, los hijos de García Arias declarados en rebeldía contra su padre dieron instrucciones para que una empresa de mudanzas sacara cajas de documentación y material informático de la Quinta Pedregal. Entonces, a diferencia del pasado sábado, el fundador no opuso mayor resistencia.

Insistiendo en las razones que les asisten para tener libre acceso en la Quinta Pedregal, los actuales gestores de Melca detalla que "José Luis García Arias tan sólo tiene alquiladas dos habitaciones y un despacho (de la Casa Pedregal), a través de un contrato que firmó con su hijo Luis Miguel García Becerril (el único que se mantiene de su lado en el cisma familiar) cuando este ya había sido cesado en Melca. En virtud de ese contrato, dispone de esas dependencias y puede usar en caso de necesidad las zonas comunes, pero en modo alguno puede impedir que se acceda a esas áreas comunes y al resto de despachos, salas y habitaciones por parte de la propiedad y quien esta autorice. Tampoco puede, obviamente, cambiar las cerraduras y condenar las puertas con cadenas, como hizo".

Otro frente de preocupación que tienen los actuales responsables del Grupo Melca es lo que vaya a ocurrir con los numerosos bienes y obras de arte (algunos propiedad del Grupo Melca y otros del matrimonio que forman José Luis García Arias e Isabel Becerril) y por eso la insistencia en hacer un inventario. "Ese inventario es, precisamente, el que quiso evitar José Luis García Arias (el pasado sábado) siendo la propia Elena García Becerril (su hija) la que solicitó primero la presencia de un notario y después la de la policía, ante su actitud".

Y abundan: "La realización del inventario, además de legalmente necesaria, resulta urgente por los continuados rumores de que han desaparecido bastantes cosas". El mismo comunicante destacó que "hasta la fecha, José Luis García Arias ha negado cualquier clase de información sobre el patrimonio ganancial a su mujer (con la se halla en proceso de divorcio), tratando de dificultar la división de los bienes".