Los mejores artesanos floristas de España compiten en Avilés por alzarse con un premio que valora su buen hacer. Un total de 23 participantes llegados desde diferentes puntos del país concursan en el pabellón de La Magdalena para demostrar su pericia con las flores y las plantas. "Esto es un arte y lo queremos demostrar. Este concurso sirve para compartir, aprender y mostrar lo que hacemos, porque al final también estamos compitiendo", señaló Marcos Galli, argentino afincado en Valladolid, que ya participó el año pasado en el concurso, organizado por Interflora.

A los floristas les tocó romper el hielo con una prueba que no era nada fácil. Para empezar, recién conocidos casi todos, tuvieron que enfrentarse a una prueba por equipos y trabajar con personas a las que apenas conocían y, además, afrontar una tarea complicada al manejar plantas, menos agradecidas, según los expertos allí presentes, que las flores, mucho más vistosas. "El cliente lo pondrá en un lugar con mucha luz y tiene que durar unos tres meses", les explicó uno de los jueces para darles instrucciones.

Los equipos se hicieron por sorteo y el azar quiso, por ejemplo, que tres de los cuatro asturianos en la competición formaran uno de los grupos. María Portugal (Sama de Langreo), Arancha García (Gijón) y Jose Luis Iglesias, que jugaba en casa ya que es de Versalles, se pusieron delante de un panel de contrachapado para convertirlo en una obra de arte, al igual que sus compañeros y rivales. "Estamos muy nerviosos, aunque lo principal es aprender y conocer gente", afirmó Portugal minutos antes de comenzar la competición. "No seremos los mejores, pero los más valientes seguro", añadió Iglesias, junto a Iván de la Fuente (Gijón), el otro asturiano en la competición,

Los competidores tuvieron 20 minutos para diseñar el trabajo y presentar el boceto y otros 70 para llevarlo a la realidad. Mucho verde, bastante rama marrón y alguna nota de color con plantas de flor, fueron las principales armas de los 23 participantes, pero también macetas, alambres, maderas, bloques de hormigón. Todo vale para ser original y llamar la atención del ojo experto del jurado, formado por los directores de once escuelas nacionales de arte floral. "Se juzga todo: la técnica, la creatividad, la forma de trabajar... No buscamos al mayor artista, sino al mejor artesano. Lo que queremos ver aquí es cómo trabajan en el día a día en su establecimiento, porque allí también hay momentos de presión", explicó Eduardo González, director general de Interflora España, y "encargado de la bocina".

"Ni siquiera yo sé qué pruebas hay hasta que las leen los concursantes. Sólo hay dos personas de la organización que conocen todos los detalles", afirmó. Se juzga hasta la limpieza, y los concursantes tuvieron diez minutos más, tras terminar los 70 de realización, para limpiar el lugar de trabajo.

Hoy el pabellón de La Magdalena abre sus puertas al público para que todo el mundo pueda disfrutar de las pruebas: con un material concreto, con una temática, de creación libre pero con un precio máximo... Siempre a contrarreloj. Las pruebas serán a las 9.00, 11.00 y 16.00 horas. Mañana habrá otras tres pruebas y el sábado serán las semifinales y la final.