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Ismael Mori defiende la relevancia del deporte para el desarrollo armónico de los niños

El profesor universitario y exportero de hockey pronunció la lección inaugural del curso en el Centro de FP del Deporte

Asistentes a la conferencia de Ismael Mori (al fondo). MARA VILLAMUZA

Ismael Mori, profesor de la Universidad de Oviedo, licenciado por el INEF de Barcelona y exportero internacional de hockey sobre patines, fue el encargado de pronunciar ayer la lección inaugural del curso 2016-2017 del grado de técnico de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD) que se imparte en el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Avilés.

Mori habló del "tratamiento de las capacidades motrices en el niño" ante un alumnado atento cuya actividad profesional consistirá en enseñar y dinamizar juegos y actividades físico-deportivas individuales y de equipo, que contribuyan a mejorar el tono muscular que favorezca el desarrollo armónico de los más pequeños.

El profesor ovetense distinguió entre las actividades motrices físicas (resistencia, fuerza, velocidad y flexibilidad) y las perceptivas, que incluyen la coordinación general y segmentaria, la percepción temporal y la percepción espacial, junto con el equilibrio. Y defendió la necesidad de trabajar ambas junto con los aspectos psicológicos del menor.

Durante la charla se habló de la forma de trabajar todas las cualidades motrices con los niños, excepto la resistencia anaeróbica láctica por ser esfuerzos máximos y muy prolongados en el tiempo poco adecuados para unos cuerpos aún en formación.

La conclusión es que los futuros profesionales en actividades físicas y deportivas tendrán que buscar ejercicios y recursos que lleven al niño a conocer las posibilidades de su cuerpo en todos los ámbitos y que las domine para conseguir un buen desarrollo de sus capacidades.

El curriculum deportivo de Mori es impresionante, teniendo en cuenta que militaba en el equipo La Cibeles cuando el dominio de los clubes catalanes era total, empezando por el "todopoderoso" Barcelona al que los ovetenses arrebataron la Copa del Rey en 1980. Internacional con España, fue el primer jugador no catalán que lució el brazalete de capitán, jugó cuatro mundiales -de los que ganó uno- y fue campeón de Europa en tres ocasiones. En total, jugó un centenar de partidos con España. Recibió numerosos galardones a nivel personal, entre ellos mejor deportista asturiano en 1981, y formó parte del cuerpo técnico de la selección española en la Olimpiada de Barcelona, aunque nunca le gustó entrenar y ni siquiera pensó en ello.

Con 30 años y cuando aún le quedaban tres o cuatro al máximo nivel después de 23 de competición, decidió colgar los patines y estudiar INEF. Fue el principio de una nueva vida en la que el hockey tiene una presencia testimonial, "aunque me sigue apasionando" porque prácticamente no ve partidos ni sigue las competiciones. Y es que le invadió el gusanillo de la enseñanza como demostró ayer con una lección plena de convicción.

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