Avilés aspira a ser los próximos años una ciudad más sostenible y con menos contaminación provocada por el tráfico. Y en consecuencia, ése es uno de los objetivos del plan de movilidad que el gobierno local tiene previsto sacar a licitación en las próximas semanas. Dicho documento servirá para sentar las bases que deben impulsar la construcción de carriles bici, itinerarios sostenibles e incluso una posible revisión de todo el sistema de transporte público del concejo. Y todo ello con una gran implicación de la ciudadanía, a la que el gobierno local también quiere dar protagonismo para elaborar el plan. "Lo más importante de este plan es que haga planteamientos de futuro que resuelvan los problemas y que potencie el uso de un transporte sostenible", recalcó ayer la Alcaldesa, Mariví Monteserín, durante la celebración de los actos organizados con motivo de la Semana europea de la movilidad.

La regidora visitó junto al concejal de Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga; el concejal del PP Constantino Álvarez, el portavoz de Somos, David Salcines; y la concejala de IU Llarina González, el autobús que estacionó la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA) en la plaza de España para promocionar el transporte público en la ciudad e informar de las líneas y los horarios. Las siete líneas que gestiona la CTEA y que comunican Piedras Blancas, Salinas, La Luz, el alto del Vidriero, Llaranes, Parque Astur, Los Campos, el Hospital San Agustín y San Juan de Nieva contabilizaron entre el 1 de enero y el 31 de agosto una media de 200.000 usuarios al mes, para hacer un total de 1.682.171 personas.

El concejal de Urbanismo explicó que es la primera vez que Avilés se suma a la Semana europea de la movilidad y que la idea es organizar más actividades el próximo año. En ese sentido, respondió a las críticas del colectivo Pedaleaviles, que criticó que ayer no se cerrara al tráfico la ciudad, como se hizo en otros lugares. "Lamento que tras una reunión de la que salimos contentos y abiertos a buscar un término medio más razonable surjan críticas. Lo que plantearon fue cerrar el centro de Avilés un jueves y no tenemos los medios necesarios para garantizar el desarrollo de semejante operativo con seguridad. Además, por esas zonas circulan un buen número de líneas de autobuses, por lo que también era complicado. Planteamos otras posibilidades, centradas más en los fines de semanas, con menos actividad", explicó Fernández Huerga.

El edil sí valoró las actividades realizadas en esta primera edición, como la colaboración con Difac para controlar el uso de las tarjetas de aparcamiento para personas con discapacidad y analizar la mejora de los estacionamientos. También la jornada de puertas abiertas en la comisaría de la Policía Local y la visitas escolares al centro de control de tráfico.

La parte negativa de esta celebración que cada año tiene más auge son las críticas de alguno usuarios del transporte público, que van desde el elevado precio del billete suelto -1,5 euros- hasta la caducidad de los abonos de 10 viajes del Consorcio de Transportes de Asturias. "Hemos notado que bajó el número de usuarios en los autobuses, aunque lo achaco a la crisis", aseguró ayer una de las conductoras de los autobuses.