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Una ingeniera praviana diseña un puente de bajo coste para unir La Arena y San Esteban

Claudia Suárez García dedica el trabajo a sus abuelos, que como otros lugareños sueñan con ver las dos orillas unidas

Abierto para el paso de embarcaciones.

La praviana Claudia Suárez García tiene 22 años y en su trabajo de fin de grado de Ingeniería Civil ha revivido una vieja idea que ronda por la cabeza de los vecinos de uno y otro lado de la desembocadura del río Nalón, San Juan de La Arena y San Esteban de Pravia (Muros): un puente que una ambas localidades. "Siempre tuve claro el proyecto, entre otras cosas porque entiendo que es necesario desde el conocimiento del terreno que me brinda el hecho de conocer bien la zona", destaca la ingeniera, que se involucró concienzudamente en su trabajo dado que ha pasado no pocos días en San Esteban, de donde es natural su abuela.

Según el proyecto de la joven ingeniera, el puente se levantaría en el punto más estrecho de la desembocadura, que mide unos 170 metros de longitud. "Tiene cuatro tramos de celosía con pilares cimentados en el río y un tramo giratorio con un mecanismo móvil para favorecer el tránsito de embarcaciones", explica Suárez. El plan prevé un puente que permitiría el paso de los vehículos, y además contaría con un espacio habilitado para peatones y bicicletas.

Para la joven ingeniera praviana, esa infraestructura sería muy beneficiosa para ambas localidades, que distan por carretera 5,4 kilómetros y con el proyecto "solo tendrían que cruzar 170 metros". "El puente permitiría dinamizar el entorno y ampliar la oferta turística de ambos lugares con playas, la piscina de agua salada de San Esteban, la senda costera, la gastronomía... Actualmente, la comunicación está limitada y la ría, desaprovechada", explica Suárez, dando a entender que las infraestructuras suelen tener utilidades más amplias que las obvias.

El presupuesto para levantar el ansiado puente a ambos lados del Nalón costaría algo menos de dos millones de euros, según el cálculo de esta proyectista, nada que ver con aquellas cifras astronómicas que rondaban incluso los diez millones en los tiempos de la burbuja inmobiliaria. Para elaborar este proyecto, Claudia Suárez ha pasado muchas tardes en las oficinas de la mancomunidad Cinco Villas, en Pravia, analizando planos y más planos. También ha pedido asesoramiento en los municipios que se beneficiarían de la construcción del esperado puente, pero sobre todo, cuando ha redactado su plan ha pensado en sus abuelos, Marta Rodríguez y Arturo García, a quienes les dedica el trabajo.

"Mis abuelos no sabían que estaba haciendo este proyecto, fue una sorpresa para ellos", destaca la joven ingeniera, que confía en que los planos hechos sobre el papel algún día lleguen a ver la luz y los vecinos de San Juan de La Arena puedan desplazarse a San Esteban de Pravia y viceversa sin tener que usar el coche o si lo usan, recorrer algo menos de doscientos metros para llegar al pueblo de enfrente.

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