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Los arqueólogos hallan en Rivero restos relevantes del Hospital de Peregrinos

Un muro desvela parte de la configuración del histórico edificio - Los técnicos aconsejan conservar la pared y dejarla "a la vista"

Empedrado del siglo XVII. A la derecha, obras en el número 33 de Rivero.

El antiguo Hospital de Peregrinos de Avilés, que fundó en 1515 el canónigo toledano Pedro de Solís, no se demolió íntegramente en 1948, como se creía hasta ahora. Unas obras que se están acometiendo en el solar situado en el número 33 de la calle Rivero ha sacado a la luz la pared exterior del vetusto inmueble. La intervención arqueológica que ha acompañado a los trabajos ha permitido conocer así que el derribo del hospital no fue total y que algunas de sus paredes fueron aprovechadas para construcciones posteriores.

La intervención arqueológica, bajo la dirección de Patricia Suárez Manjón y Alejandro García Álvarez-Busto, se desarrolló entre el 25 de julio y el 25 de agosto, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, y ha tenido como fruto varios hallazgos de relevancia que permiten conocer mejor el pasado medieval de la ciudad. Se centró en un solar de Rivero donde está prevista la construcción de viviendas y un bajo comercial, donde los técnicos estimaron preciso realizar las excavaciones al encontrarse en el espacio que ocupó durante siglos el viejo hospital de peregrinos.

El inmueble se remonta al siglo XVI. El canónigo don Pedro de Solís, manchego aunque con raíces en Avilés y Corvera, ordenó construir un hospital-asilo de peregrinos en la calle de Rivero, para albergar a quienes iban rumbo a Santiago de Compostela por el camino de la costa, o aquellos que llegaban por mar para visitar la tumba del Apóstol o iban a Oviedo para venerar las reliquias de la Cámara Santa. El edificio era cuadrado, contaba con un patio interior y subsistió tras varias reformas hasta 1948, cuando fue pasto de la piqueta. El actual albergue de peregrinos, en la calle Cervantes, lleva el nombre de Pedro Solís.

Los restos del viejo hospital han salido a la luz al demoler las estructuras interiores de la vivienda que se construyó en el solar del número 33 de Rivero a finales del siglo XIX. "Se trata de un muro de mampostería concertada de 12,20 metros de longitud con remate de sillería en la esquina noroeste, formada por bloques de piedra caliza escuadrados colocados a soga y tizón. En mitad del lienzo se abre un vano adintelado en forma de ventana cuadrangular con recerco de sillería, de labra similar a la de la esquina. Tiene un hueco interior de 61 por 61 centímetros, que se encontraba tapiado para aislar ese solar colindante", recoge el informe de los arqueólogos.

Alejandro García sostiene que habrá que analizar cómo conservar los restos descubiertos del edificio y, a ser posible, dejarlos a la vista. Los trabajos han sacado también a la luz restos de la época medieval. "Hasta la fecha, por lo que nos consta, en Rivero se habían encontrado restos de la época moderna. Pero, por primera vez, encontramos ocupaciones y vestigios medievales. Esta intervención nos permite rescatar y documentar parte del antiguo Hospital de Peregrinos, un edificio muy emblemático que creíamos desaparecido en su totalidad. Podemos conocer un edificio que creíamos desaparecido en la villa", concluye el informe técnico.

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