La ermita de La Consolación necesita un repaso. Pese a los esfuerzos de algunas vecinas que trabajan durante todo el año para que el templo corverano luzca impoluto, los años no pasan en balde, y la sacristía es una muestra de ello. Una gran gotera que va a más se ha cebado con una de las esquinas de la estancia y ha acabado por afectar al suelo, que se hunde al paso de la gente.

La concejala de USPC, Silvia García, preguntó en el último Pleno del Ayuntamiento por estos desperfectos, a los que suma otras goteras en la capilla. El alcalde, Iván Fernández, respondió que ya se está trabajando en las posibilidades para la reparación. Ayer, desde el Ayuntamiento, se extendieron más en la explicación: "Se está estudiando de donde viene la gotera, para poder actuar en ella de manera efectiva. Cuando se conozca el origen daremos el siguiente paso". La previsión es acabar primero con las humedades y, a continuación, arreglar el retablo y la pintura. "Valoraremos si es necesario reparar más parte del tejado", añadió Fernández.

Y es que llama la atención que la ermita de La Consolación es de propiedad municipal, una de las pocas que hay en España hoy en día, según el alcalde Iván Fernández, y por tanto es el Ayuntamiento el encargado de mantenerla. Fundada por Martín de Bango, señor de la Casa de Bango, pasó a manos del Ayuntamiento, tal y como se hace constar en una placa de su fachada principal, hace 17 años. En la placa se indica que José Luis Ureña Fernández Blanco, fue "decimotercer y último propietario privado de la ermita, permutada al Ayuntamiento en junio de 1999". Según los documentos, ese último propietario, respetando lo establecido por el canónigo de la época, fijó que el templo debía entregarse al pueblo y no a la iglesia. Así, todos y cada uno de los corveranos tienen un pedacito del templo en su poder.

El Alcalde afirma que ya fue consciente del problema de humedad en el templo en la fiesta en honor a la Virgen de la Consolación que se celebró el pasado mes de agosto. Las vecinas le explicaron los desperfectos que había en la capilla. Esa fiesta no tendría su razón de ser si no fuera por ellas que mantienen la ermita durante el año y se encargan de organizar la celebración de ayer: Ludi Álvarez, Fifi Suárez Granda, Dolores Suárez Suárez, Mayte Bango y Herminia Rodríguez Cánovas, las principales devotas de la Virgen, entre otros vecinos que cuidan una de las joyas del concejo. "Esto se sostiene por ellas", afirma la edil de USPC.

Ellas mismas explican que la ermita tiene una historia muy particular. Muchas son las leyendas que rodean a esta edificación, que data del siglo XVI aunque alguno de sus elementos fueron reformados en el XIX, empezando por la que le da nombre: el apelativo de "La Consolación" proviene de una aparición mariana a una vecina de Sabugo, Josefa Villar de Bances, y a su hija. Según cuenta la historia popular, la niña, al pasar por Nubledo hacia Avilés ya de noche cuando venía con su madre de visitar la Catedral de Oviedo, se asustó ante la oscuridad y al pasar delante de la ermita, la Virgen se le apareció para consolarla.

"Espero que la reparación llegue pronto antes de que los desperfectos crezcan. En Corvera deberíamos poner en valor lo que tenemos y este templo es un ejemplo de ello", afirmó la concejala. Aunque por dentro necesita reparaciones, con motivo de la fiesta el pasado mese de agosto, el Ayuntamiento limpió de maleza la entrada a la ermita, algo que no ocurría desde hace daños, permitiendo que se vuelva a ver desde la carretera vieja a Oviedo.