La sed de la Manzana del Acero, llamada a convertirse en el mayor y más completo centro de investigación existente en España dedicado al proceso siderúrgico y uno de los más singulares del mundo, no abrirá sus puertas antes de 2017. Ese ligero retraso sobre las previsiones iniciales se debe a las complicaciones que han surgido en la adecuación del edificio en el que se reproducirá la cadena productiva del acero, una nave de 2.800 metros antes ocupada por un concesionario automovilístico situada junto a la sede del Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias, en el parque empresarial avilesino.

"Algunas de las máquinas que se van a instalar en el edificio consumen muchísima energía y eso nos ha obligado a rehacer toda la estructura eléctrica de la Manzana. Los trabajos a acometer en la infraestructura son de mayor envergadura de lo esperado porque los equipos también son mayores de lo que creíamos. Todo esto conlleva inversiones mayores, más complejidad en la adecuación del edificio y un ligero retraso sobre las previsiones iniciales. Pero el proyecto sigue la marcha prevista", explicó el presidente del Instituto Tecnológico de los Materiales de Asturias (ITMA) y director del centro de I+D de Arcelor-Mittal en Avilés, Nicolás de Abajo, que añadió que el proyecto ya está despertando el interés de compañías nacionales y extranjeras. Esta instalación posibilitará reducir los ciclos de diseño, manufactura y transformación de nuevos aceros, en un entorno abierto de colaboración de las empresas en I+D+i. Conforman la Manzana del Acero la sede avilesina del ITMA, el inmueble anejo que impulsó la Fundación Metal y que es ahora el apéndice del centro de I+D de Arcelor-Mittal, y la nave que albergará la planta piloto del proceso siderúrgico.