Lo que pretendía ser una charla divulgativa sobre los riesgos del benceno para la población y los niveles en los que esta sustancia está presente en el aire de la comarca acabó siendo el campo de batalla en el que se enzarzaron Fructuoso Pontigo, portavoz del Colectivo Ecologista de Avilés, y varios miembros del sindicato CC OO entre los que se encontraba su secretario general en la comarca. José María Guzmán Pacios. Como telón de fondo del enfrentamiento, las baterías de coque, una instalación incapaz de librarse del sambenito contaminante y que pasa por ser el principal foco de emisión de benceno de la comarca; pero también una pieza clave para sostener el entramado siderúrgico asturiano y que da empleo a medio millar de personas. Un equilibrio complicado y un cóctel explosivo.

Los sindicalistas recriminaron a Pontigo su propensión al alarmismo, le acusaron de "ignorancia" en materia de benceno y le afearon la forma "hiriente" que tiene de expresar sus opiniones sobre la contaminación por este hidrocarburo en Avilés; Pontigo tampoco se quedó corto y acusó a los sindicalistas de "ser más radicales que la propia Arcelor" en la defensa de la supuesta "inocuidad ambiental" de la baterías de coque. Tal fue la pasión que unos y otros pusieron en sus respectivos puntos de vista que algunos de los presentes en la charla-coloquio mediaron para relajar la tensión.

Más sosegados, pero sin moverse un ápice de sus posiciones, los responsables locales de CC OO y el portavoz de los ecologistas comentaron ayer lo ocurrido. José María Guzmán Pacios expresó su malestar por la criminalización permanente de la que son objeto las baterías de coque y defendió que Arcelor "ha invertido e invierte en medidas de control ambiental; otra cosa es que debamos mantener la exigencia para seguir mejorando". La negación de esas inversiones y de las supuestas mejorías logradas en materia ambiental es lo que enerva a la dirección comarcal de CC OO: "Las medidas más novedosas que hay en España están instaladas en las baterías de Avilés", asegura Guzmán Pacios.

Fructuoso Pontigo tira de ironía cuando se refiere a las inversiones: "Hace unos años, el señor Mittal autorizó la inversión de 60 millones en medidas ambientales para las baterías de Avilés; es cierto, tanto como que gastó más dinero en la boda de su hija y que desde entonces no se han hecho más inversiones".

Los sindicalistas y el ecologista tampoco se ponen de acuerdo en cuanto a la "calidad ambiental" de las baterías de coque a construir en Gijón y que podrían jubilar a las de Avilés: lo que para Guzmán Pacios será un complejo "nuevo" no pasa de ser "una instalación antigua reformada" a ojos de Pontigo. Y volviendo al benceno, el origen de esta polémica, desde CC OO hacen ver que existen más fuentes de emisión del mismo que las baterías de coque (el tráfico, las gasolineras...) y Pontigo niega la mayor: "Este año la concentración media de benceno en el aire de Avilés ha aumentado un 36 por ciento y hasta donde yo sé ni el volumen de tráfico ni la cifra de gasolineras han variado". Con todo, el Colectivo Ecologista destaca que Avilés no es la localidad asturiana con peores indicadores de benceno, ese dudoso honor le corresponde a Trubia (Oviedo).