Tal día como ayer de hace 75 años abrió sus puertas e impartió las primeras clases el colegio San Fernando, hoy convertido en un puntal de la educación en la comarca y un centro de referencia incluso nacional. Avilés tenía entonces 18.000 habitantes y la primera hornada de estudiantes estuvo integrada por 50 alumnos de ingreso, 34 de Bachillerato y 17 de Comercio; en 75 años las cifras se han multiplicado hasta los 84.000 habitantes y más de 1.700 alumnos pero si algo ha permanecido inmutable es la vinculación del San Fernando con la ciudad que le acoge y con la que mantiene vínculos estrechos en todas las esferas.

Así lo puso de manifiesto ayer, en la presentación del programa de actos elaborado para conmemorar las bodas de platino del centro educativo, la concejala de Educación de Avilés, Yolanda Alonso, quien destacó del San Fernando "su implicación en la construcción del modelo de ciudad que queremos, la persecución del objetivo de la excelencia educativa, la disposición a colaborar en cuantas iniciativas educativas se le proponen, el fomento de la práctica deportiva en sus instalaciones y la consigna solidaria que preside muchas de sus actividades".

El director del colegio, Javier Martínez, tercera generación de la familia que fundó el San Fernando, agradeció las palabras de la edil y sentó las bases de lo que persigue la dirección del colegio con la celebración del 75º. aniversario: "Aglutinar a todos los estamentos del colegio, a todos los que de un modo u otro han pasado por él, a participar de esta onomástica". Y eso que los aludidos se cuentan por miles. Para sacar adelante el amplio programa de actividades elaborado, el colegio cuenta con la colaboración de la Asociación de Antiguos Alumnos.

Como forma de unir el pasado y el futuro, los promotores del 75º. aniversario del San Fernando presentaron ayer sendas iniciativas que funden las raíces del colegio con su horizonte a medio plazo: convertirse en centenario. Mirando atrás, el colegio ha encargado la realización de un busto de José Martínez -sucesor en la dirección del San Fernando del fundador, su tío Víctor Pérez García-Alvera- que se colocará próximamente a la entrada del recinto escolar sobre una peana fabricada con piedras de La Magdalena, que fue el lugar donde se ubicó la primera sede del centro educativo. El San Fernando también tuvo instalaciones en la actual calle La Libertad y, finalmente, adquirió en 1976 sus actuales instalaciones de Gaxín a los Agustinos.

Y del pasado al futuro: varios alumnos sellaron recipientes que contienen jardines mesocosmos plantados por estudiantes del Bachillerato Internacional. Estos jardines se desarrollan en el interior de grandes botellas de cristal que reciben, como único aporte del exterior, la luz del sol. El objetivo es que ambos mesocosmos sean abiertos de nuevo dentro de 25 años, coincidiendo con la celebración del siglo de vida del colegio.