"Respetar las etapas de formación de los niños en la práctica deportiva es vital". La frase la firma Carlos Álvarez del Villar. El que fuera preparador físico del Atlético de Madrid o del Rayo Vallecano, toda una eminencia en la ciencia de la educación física, ofreció ayer una conferencia en el palacio de Valdecarzana ante más de medio centenar de oyentes. El simposio estuvo enmarcado dentro de los actos del 25.º aniversario de la Asociación de Amigos del Deporte, entidad a la que Álvarez del Villar lleva vinculado más de dos décadas.

"El afán de buscar jóvenes talentos por parte de las grandes entidades y federaciones hacen que se ponga en acción a jóvenes que aún no han desarrollado sus capacidades, y eso les aboca a fracasar", aseveró el experto, haciendo referencia a los recientes debuts de futbolistas que no llegan a la quincena en el Celtic de Glasgow (Escocia) y el Galatasaray (Turquía).

Y es que a ojos de Álvarez del Villar, esta anticipación de acontecimientos, no sólo marcan la trayectoria del deportista, sino que también les afecta en el plano psicológico. "Esa niño no está preparado para el esfuerzo físico e intelectual que se requiere para competir al máximo nivel con gente mucho más mayor. Por eso, en muchos casos hacen que se retiren o acaben odiando esa disciplina que antes amaban", replicó.

Este praxis también influiría en el desarrollo físico y psicomotriz del deportista. "No tiene sentido desarrollar esfuerzos superiores a su capacidad hasta que el niño esté totalmente formado, pudiendo provocarle problemas y lesiones graves", argumentó. Álvarez del Villar cifra esa madurez física una vez pasada la pubertad, momento en el que pueden irse aumentando las cargas físicas y emocionales. "Hay veces que se cree que porque veamos a un niño muy alto, por su nivel de desarrollo ya puede con todo; pero no es así. Sigue siendo un niño", agregó.

Además, el experto también advirtió sobre los peligros de especializar a una edad demasiado temprana los entrenamientos de los chavales. "Si sólo se practica en una dirección ésta va a mejorar, porque los niños tienen un margen de mejora muy grande; pero el resto van a decrecer", aseguró.

Por ello, para Álvarez del Villar la fórmula del éxito está en no anticipar etapas y tratar de formar a los pequeños en todos los ámbitos. "Lo primero que debe hacer la educación física es que los chicos se adapten y creen habilidades para dominar sus cuerpos antes que nada. Sobre todo cuando aún están en la etapa de formación", recalcó.

En esa misma línea, el ponente, también profesor de educación física, advirtió a sus colegas. "El niño desde que sale de casa está dando saltos, y eso genera una actividad. Hay veces que en las clases en vez de darles algo así les metemos cosas mecánicas que les convierte en autómatas", expuso. "A edades tempranas tenemos una capacidad de creatividad e improvisación impresionante. Es labor del educador saber llevarla y potenciarla", abundó.