Un fallo ha dado la razón a los residentes en el inmueble que se levanta en la esquina de la avenida de Cervantes y la calle Portugal, que litigan desde hace tiempo con la multinacional EDP por un centro de transformación eléctrica instalado en la planta baja del edificio. La titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Avilés considera que el centro de transformación en tela de juicio "se encuentra en una situación irregular" y condena a EDP al desmantelamiento de la instalación y al pago de las costas procesales. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de apelación.

Los vecinos venían defendiendo que el derecho de uso concertado por la promotora del edificio y la compañía eléctrica en el año 1980 había quedado extinguido, al haber transcurrido el plazo máximo establecido en la ley (30 años). La juez entiende que "el contrato de gestión de uso ya ha caducado y no presenta ningún contrato ni de renovación del contrato de cesión de uso, ni de alquiler, ni de propiedad, ni de haber ejercitado las acciones que la ley le otorga", por lo que concluye que "el centro de transformación se encuentra en una situación irregular".

Para la titular del juzgado avilesino de instrucción número 1 resulta "evidente" que la compañía "ha dejado pasar el tiempo desde que se concertó el contrato de cesión de uso con la promotora" del edificio hasta la actualidad. Y, además, no ha aportado a lo largo del procedimiento prueba alguna "que permita determinar que su derecho de uso no ha caducado por el transcurso del plazo legal establecido".

La disputa por la legalidad del centro de transformación eléctrica es antigua; ambas partes llevan al menos cinco años en litigio. El expresidente de la comunidad de vecinos afectada y gran impulsor de la protesta, Vicente Ordóñez, aplaudió ayer el fallo. "La sentencia es muy contundente. Ordena el desmantelamiento del centro de transformación y eso supone un problema muy grave para la eléctrica. No sólo da energía a este edificio, sino también a una zona amplia del Carbayedo. Ahora, habrá que negociar, porque si no se quedaría sin energía parte del barrio", aseveró.

La contundencia del fallo ha cogido por sorpresa a los propios demandantes, que han estado representados por el abogado Celestino García Carreño. "Estaba convencido de que el desenlace sería positivo para nosotros, pero no creía que se ordenase el desmantelamiento", concluyó Ordóñez.