La fatiga en la conducción es el motivo de más del 20 por ciento de los accidentes que se producen en las carreteras españolas. Tanto en conductores profesionales como domésticos. Tomás Sancho (Reinosa, 1954), jefe del área de ergonomía y psicosociología aplicada del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, se encarga de estudiar los factores que hacen mejorar la salud de los pilotos para, entre otras muchas cosas, evitar que ese cansancio al volante pase factura. Pese a ello, asegura que no hay fórmulas mágicas, y que la mejor solución a este problema no es otro que "el descanso".
-¿Afecta la fatiga de forma diferente al conductor usuario que al profesional?
-Es muy similar. La fatiga es un síntoma que trasciende del ámbito profesional, porque afecta a todos los conductores. ¿Quién no se ha sentido cansado cuando iba conduciendo? El problema es que entre los profesionales, esto supone un factor muy determinante en los accidentes.
-Y eso que cuentan con el popular tacógrafo.
-Es una medida legal muy garantista, que a los conductores les ha evitado conflictos con sus empresas. Pero ceñirse a las horas que marca el dispositivo no quiere decir que el chofer no vaya a conducir fatigado. Puede haber dormido mal la noche anterior o puede haber muchos factores que hagan que, aún así, esté cansado.
-¿Cuál es la solución a este problema?
-No hay otro que descansar, descansar y descansar; no hay más. Por supuesto que llevar hábitos de vida saludable es importante. No vamos a descubrir a nadie los beneficios del ejercicio, de no realizar una comida copiosa antes de salir a la carretera, saber los riesgos de un medicamento en caso de que los estemos tomando...
-¿Y tienen los pilotos esa formación?
-Es misión de la empresa darle al conductor esta información. La compañía tiene que dar la oportunidad de acceder a todo ese conocimiento. Pero, independientemente de esto, la mayor protección está en uno mismo; eso está claro.
-¿Puede convivir esa protección con la presión de llegar a tiempo para entregar un pedido?
-Es un factor muy importante. Pero aquí también es responsabilidad de la empresa cómo organizan los viajes, que es algo que debe realizarse con la mayor racionalización del mundo. No puede ser que por un tema de horarios o mala planificación, un conductor no pueda pararse diez minutos.
-Hablando de ergonomía y comodidad, ¿esto no puede ser un arma de doble filo de cara a evitar la relajación del conductor?
-Emplear el término comodidad o confort no significa que hablemos de estar tumbados en el sofá de nuestra casa viendo una película. Nos referimos a que los vehículos incorporen mejoras, como que los asientos sean ajustables, un buen apoyo lumbar, sistemas de absorción de vibraciones, una buena climatización, que la distancia de los diferentes dispositivos que tenga que utilizar estén a una distancia alcanzable... Todo esto está muy lejos de aumentan la fatiga en el conductor.
-¿Existen dispositivos tecnológicos que ayuden a prevenir la fatiga?
-La tecnología por supuesto que está ayudando. Actualmente hay dispositivos que, mediante el parpadeo, detecta el nivel de cansancio en el conductor. Además, hay otros sistemas que alertan de salidas del carril, de si hay un vehículo próximo... Son medidas que, imagino, en un futuro serán obligatorias. Del mismo modo que se exige que lleves un buen sistema de frenos, ¿por qué no de seguridad?
