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PABLO MARTÍNEZ CORRAL | HISTORIADOR Y PROFESOR EN EL IES DE LA MAGDALENA

Un máster en fosas y cunetas

El docente es un especialista en memoria histórica, tiene dos libros publicados y ahora prepara otra investigación sobre los bombardeos en 1937

Pablo Martínez Corral, ayer, en la fuente de los Caños de Rivero. MARA VILLAMUZA

Pablo Martínez Corral (Avilés, 1980) es historiador y profesor de instituto. Se autodefine como "historiante" -"mitad historiador, mitad tunante"- y pese a no estar bautizado mantiene su fe. Tiene fe en la izquierda política y no duda en cuestionar que, en la actualidad, la ideología se ha dejado llevar "por pensamientos neoliberales con corazón rojo". Su bisabuelo, Melitón Corral, fue uno de los represaliados de la Guerra Civil en noviembre de 1937. Esa circunstancia le llevó a investigar primero las causas de su desaparición y, posteriormente, embarcarse en un proyecto de análisis que le hizo publicar dos libros sobre memoria histórica en la comarca.

El primero en 2008, sobre Castrillón en la República y la Guerra Civil, y el segundo, en 2015, "Memoria y Olvido en la Quinta Pedregal", que se centra en la represión franquista en la comarca avilesina. Una de sus virtudes es la constancia. Desde que hace más de una década se ha dejado los ojos en los archivos de varias ciudades españolas. Ha analizado la represión franquista al dedillo y tiene el honor de ser una de las voces más claras a la hora de hablar de esa "triste" época "tan complicada y tan importante para la historia". Esa enciclopedia con piernas y por fascículos en la que se ha convertido este castrillonense de adopción le da alas para redefinir conceptos como el de la cultura jíbara, conocidos por promover la reducción de cabezas. Martínez Corral le da una vuelta y opina que "una actitud jíbara" puede generar lo contrario, es decir, abrir la mente.

Sus amigos, -a algunos los considera "hermanos" sin haber sangre de por medio-, dicen de él que es un "navegante" y también un "jíbaro" y que cuenta con un "máster en cunetas" por su incesante investigación de fosas comunes y desaparecidos.

Le gusta madrugar, hacer pesas en el "amplio" salón de su casa y, cuando encuentra un hueco, disfrutar con sus amigos. Es un tipo inquieto, activo y no puede quedarse parado. Es más, el pasado año, cuando tuvo que preparar las oposiciones apenas salía de su casa. Hincó los codos como el que más y al final, obtuvo el resultado deseado, dejar de ser profesor interino y recorrer más de media Asturias para conseguir una plaza de funcionario. Actualmente, trabaja en el IES de La Magdalena. Sus momentos de investigación histórica se entremezclan con la práctica del deporte y también con su compromiso social, sindical y político. Le encanta el hip hop francés desde que lo descubrió en su etapa de estudiante Erasmus en Tours (Francia), donde también aprendió la lengua que movilizó a los universitarios en Mayo de 1968.

Es afiliado de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) y uno de los miembros de la denominada "Marea verde" que defendió la escuela pública frente a los recortes en Educación. También forma parte de los denunciantes de la "querella argentina", que busca la condena del franquismo y que sus crímenes sean catalogados como de lesa humanidad.

En el plano político, considera que son tiempos de unidad de la izquierda. Es más, fue uno de los impulsores de un entendimiento electoral entre Somos, IU y Ganemos en las últimas elecciones municipales. Ese intento fracasó, sin embargo, afirma, el tiempo le ha dado la razón a juzgar por la cantidad de acciones conjuntas que los tres partidos llevan a cabo en el Ayuntamiento de Avilés. Se autodefine como un "podemita díscolo" momentos antes de volver a pisar de nuevo los archivos para investigar.

Su próxima "batalla" será el estudio de los bombardeos que sufrió Asturias en 1937, en plena guerra civil, pero antes tiene otro "conflicto" entre manos. Como miembro de la asociación "La Trókola" organizará el próximo domingo 23 una ruta por los escenarios avilesinos en la Revolución de 1934.

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